En un evento alarmante y completamente inaceptable, la Guardia Civil de Michoacán esposó a 5 de las 7 niñas, de entre 7 y 10 años, que intentaron escapar de un albergue estatal en Morelia. Este incidente, que no es el primero, destaca severas deficiencias en la gestión y protocolos de nuestras instituciones.
¿Cómo es posible que confiemos en una policía que maneja situaciones con menores de edad de manera tan inadecuada? No solo es esencial castigar a los responsables directos, sino también es crucial exigir a los altos mandos que asuman su responsabilidad por la falta de capacitación adecuada y el seguimiento de protocolos necesarios.
¡Basta ya! Es imperativo que el Gobierno de Michoacán no solo investigue las causas de estos repetidos escapes, sino que también tome medidas inmediatas para reformar las prácticas de la Guardia Civil. Las niñas de nuestro estado merecen un entorno seguro donde sus derechos sean respetados y protegidos.
Unamos nuestras voces para demandar que se tomen acciones concretas y se implementen cambios significativos que aseguren la protección y el bienestar de los más vulnerables en nuestra sociedad. No permitamos que la indiferencia y la inacción sigan poniendo en riesgo a nuestros niños y niñas.