“Si volviera a nacer, volvería a ser maestra, estar en las aulas es mi vocación”, afirma con convicción Marina Solís Pérez, quien fue reconocida por sus 40 años de trayectoria frente a las aulas, con la Medalla al Mérito Docente Maestro Altamirano.
La mitad de esta trayectoria la cumplió en escuelas rurales, a las que tenía que llegar caminando casi dos horas, y de regreso; “fue un sacrificio muy grande, pero mi vocación es ser maestra y lo haría de nuevo con mucho gusto”, señaló.
Se reconoció como aliada de la educación, de Michoacán y compartió su secreto: para mantenernos con ganas de seguir adelante, primero es que te guste tu trabajo, que lo hagas con amor, que vengas dispuesta a todo.
En este aspecto, la secretaria de Educación, Gabriela Molina Aguilar, destaca la dedicación y compromiso de las y los maestros como formadores de las nuevas generaciones, “con ustedes todo, sin ustedes nada; su labor es muy importante, dejan huellas imborrables en las vidas de niñas, niños y jóvenes”, afirmó.