En México se está poniendo en riesgo la seguridad agroalimentaria, y es complicado que las grandes distribuidoras no aumenten los precios cuando sus proveedores están enfrentando mayores costos, recalcó la diputada Julieta Gallardo Mora, integrante de la Comisión de Desarrollo Rural de la LXXV Legislatura del Congreso del Estado.
La diputada por el Distrito de Puruándiro, este miércoles presentó al Pleno Legislativo, un exhorto al Ejecutivo Federal para que se combata la inflación desde la oferta, esto es implementado un plan de apoyo a los productores del país para incrementar la producción de alimentos.
Asimismo, planteó exhortar al Ejecutivo Federal a retractarse en las medidas tomadas en el acuerdo para combatir la inflación y la carestía que promueve una crisis en la balanza comercial y pone en riesgo la seguridad agroalimentaria.
“El tres de octubre pasado se anunció a nivel nacional que con la colaboración de empresarios, industriales, distribuidores de alimentos y comerciantes, se había logrado un acuerdo federal para enfrentar el problema inflacionario; los productores del país pensaron que vendrían apoyos a raudales, sin embargo, venía una estocada final a la deteriorada situación; tal parece que lo pretendido es la aniquilación de los pequeños productores”.
Desde la máxima tribuna del estado, Julieta Gallardo recalcó que la inflación es un problema global y en México, su comportamiento obedece a factores externos, por lo que es importante comprender que en un entorno de alta inflación global se necesita más comercio, no menos.
Agregó que para que el comercio sea sano para un país se procura el superávit, es decir, más exportaciones que importaciones.
“Pero lo más grave y de consecuencias directas sin lugar a dudas es que al dejarle a las empresas importadoras la responsabilidad de examinar que los bienes agropecuarios que ingresan al país cumplan con los requisitos sanitarios es preocupante, porque es fundamental tener regulación y supervisión para productos que pueden afectar la seguridad o la salud de las personas y también por lo delicado que es aceptar que las importaciones de productos pueden causar plagas, dañar a las personas o comprometer las exportaciones por nuevos problemas incluso extintos en México”.