Tacámbaro es un pequeño pueblo de cuento, con sus casas aún en blanco y rojo que ha conservado la fisonomía de antaño, se localiza a 55 kilómetros de Pátzcuaro y debido a su ubicación geográfica, registra una notable variedad de climas y ecosistemas, lo cual, lo hace un maravilloso lugar para recorrer y disfrutar de su naturaleza, su clima y sus interesantes atractivos turísticos que le merecieron integrarse al programa federal “Pueblos Mágicos” en noviembre de 2012.
El origen de Tacámbaro se remonta a 1538 con la llegada de los frailes agustinos; en sus alrededores podemos encontrar importantes atractivos turísticos como el cráter “La Alberca”, la reproducción de “el Santo Sepulcro”, única en el mundo así como las imágenes de las vírgenes de Polonia, Lituania, Hungría y Cuba, rescatadas por el pueblo tacambarense durante el inicio de los regímenes comunistas en aquellas naciones.
A lo largo de su historia Tacámbaro ha sido testigo de importantes sucesos para la vida nacional, como la batalla del 11 de abril de 1865, cuando el General Nicolás de Régules atacó y derrotó a los soldados belgas que apoyaban al Imperio Austriaco y es por ello que el origen de la Feria de Tacámbaro una de sus principales celebraciones, se remonta a los primeros festejos de ese suceso glorioso para México.
Entre los productos más sobresalientes de la región se encuentran la caña de azúcar, aguacate hass con calidad de exportación, granos básicos como el trigo, frijol y maíz, cultivos forrajeros, hortalizas y diversos frutales como la zarzamora, ciruelo, zapote blanco, tejocote y granada. En esta región se pueden encontrar especies arborícolas como el pino, oyamel, encino, cedro, madroño y fresno.
En lo que respecta al renglón artesanal, se elaboran huaraches, sillas de montar, fuetes, servilletas bordadas, macetas de barro, artículos de herrería, prendas de vestir de lana y tapices de gran calidad y belleza.
Te recomendamos probar las zarzamoras que ofrecen en los puestos de la calle, llevar un recuerdo de la Casa del Artesano, visitar en la Plazuela del Santo Niño, donde también podrás encontrar conservas, dulces y artesanías locales, pero definitivamente, lo que no te puede faltar es probar las típicas carnitas de Tacámbaro, los deliciosos uchepos con un buen mezcal que se produce en las poblaciones vecinas.
