Opinión
Lorena Cortés
A través de un modelo matemático basado en variedad de ecuaciones, Rafael Prieto-Curiel de Complexity Science Hub Vienna, (organización de investigación con sede en Viena) Gian Maria Campeddelli de la Universidad de Trento en Italia y Alejandro Hope (post mortem) analista en seguridad; lograron con estimaciones científicas por lo tanto confiables, saber por primera vez el tamaño de los grupos del crimen organizado en México que se calcula en 175,000 miembros en todo el país, el estudio fue publicado por la prestigiada revista mundial Science.
Esta investigación se basó en un análisis entre 2012 y 2022 así estimó el tamaño de los cárteles y su comportamiento a lo largo de diez años. Los datos revelados en el estudio tuvieron especial impacto en diarios informativos internacionales pues publicaron el estudio resaltando que el narco es el quinto empleador en México.
Lo que no ha medido el oficialismo en México, lo midió la ciencia, inclusive este trabajo, según los autores, representa el primer intento académico de cuantificar matemáticamente el tamaño de la población de cárteles en México, estimaron que en el 2012 había 115, 000 miembro de los carteles y para el 2022 el número aumento a los 175 mil. Es un fenómeno in crescendo, por tanto de seguir con la misma respuesta gubernamental los carteles se seguirán expandiendo y por lo tanto la violencia homicida vinculada al crimen organizado también.
No es cosa menor, el crimen organizado en México además de ser de los primeros 5 empleadores del país, es la trasnacional mexicana más grande, con presencia en 60 países, según un análisis del académico Sergio Aguayo del COLMEX.
Si ante estas evidencias científicas le sumamos la base social que los grupos del crimen organizado se empeñan en conquistar aprovechándose de las carencias sociales, como lo hemos visto en Aguililla Michoacán y en varios estados del país, el panorama es mucho más complejo, es una verdadera amenaza a la seguridad nacional, pues legitimar las acciones delincuenciales normalizando su presencia en la vida pública es un atentado contra el régimen democrático, que frente al 2024 los escenarios se prevén fatídicos.
