Horacio Erik Avilés Martínez
En Mexicanos Primero Michoacán, desde 2009 a la fecha, hemos atestiguado el seguimiento respectivo a una decena de titulares de la Secretaría de Educación en el Estado, quienes han promediado históricamente apenas dieciséis meses al frente de las responsabilidades educativas.
El privilegio del tiempo juega siempre a favor de las autoridades educativas, porque a diferencia de otro tipo de ámbitos de lo público, los efectos son poco mensurables en el corto plazo y los indicadores dan más de un año de ventaja a los funcionarios para actuar sin verificación alguna.
Hemos observado que, más bien los focos rojos en materia de gobernabilidad son los que han colocado y retirado funcionarios, mucho más que su efectividad e impacto en el diseño de políticas públicas para el aprendizaje de los estudiantes.
Aunado a lo anterior, las razones políticas suelen gravitar ampliamente en la toma de decisiones, toda vez que la búsqueda de algún cargo público por parte de los titulares de la administración los sustrae de sus responsabilidades, para volcarlos en animales políticos una vez más.
Aunado a lo anterior, en ocasiones se ofrece la renuncia del titular de la SEE como moneda de cambio ante problemas irresueltos o como sello de un compromiso político-electoral.
¿Hasta qué punto las autoridades educativas tienen margen de gobernabilidad con base en que las estadísticas educativas son conformadas a largo plazo? Por lo menos, anualmente, si no es que cada cinco o diez años, como es el caso de los censos de población y vivienda.
En el caso de otros asuntos públicos, la falta de resultados suele catalizar las remociones fulminantes en caso de circunstancias garrafales y los relevos institucionales programados periódicamente para cada año y medio. En educación eso no suele suceder.
A diferencia de los datos que puntualmente se revelan por la Comisión Nacional de Seguridad, por las morgues y por el INEGI, así como por encuestas independientes que se realizan, tanto en cuestión de percepción como de datos duros, en educación prácticamente no existen estudios de percepción, ni tampoco indicadores que nos brinden certidumbre respecto al avance.
Por esas razones, Mexicanos Primero capítulo Michoacán emprendió la realización de un estudio demoscópico para conocer la percepción de la ciudadanía en materia educativa. Se realizaron preguntas casa por casa, cara a cara, mediante un muestreo aleatorio estratificado durante la primera semana de septiembre, en la geografía michoacana.
No sabemos aún a ciencia cierta cuál es el resultado del diagnóstico en materia de aprendizajes, de la situación socioemocional, ni de las condiciones socioeconómicas. De regularidad del ciclo escolar, estamos prácticamente en las manos de lo que nos deseen comentar las autoridades. Pero podemos conocer la percepción.
Por ello, Mexicanos Primero Michoacán se ha dado a la tarea de consultar a mil quinientos michoacanos respecto a cuestiones como, si tuviera que evaluar la educación que reciben las niñas, niños y jóvenes de Michoacán ¿qué calificación les daría en una escala del 0 al 10? Lo anterior, con la intención de contrastar la percepción de la población económicamente activa y votante en la entidad, respecto a la realidad que reflejan los indicadores educativos.
Aunado a lo anterior, también se ha consultado qué tanto confía, usted en el modelo educativo llamado Nueva Escuela Mexicana, que va a empezar a aplicarse en este ciclo escolar, para conocer el nivel de legitimidad que ha alcanzado su inminente instrumentación a partir de este nuevo periodo educativo.
Paralelamente, respecto a los aprendizajes perdidos durante la pandemia, se consultó qué tanto se ha recuperado el aprendizaje de los niños después de la pandemia, para conocer la percepción en torno a si se ha recuperado completa, parcial o simplemente no se ha recuperado el aprendizaje perdido.
En torno al cumplimiento del calendario escolar se consultó sobre si, en percepción de la ciudadanía, en las escuelas estatales siempre hay clases, casi siempre, suspenden clases con frecuencia, casi no suspenden las clases, para contrastar lo que se ha dicho en los medios de comunicación, el discurso oficial y las posturas de la disidencia magisterial con la percepción ciudadana.
Finalmente, también se consultó si se considera que, este ciclo escolar será mucho mejor, mejor, igual, peor o mucho peor que el ciclo escolar para el aprendizaje de los niños, para conocer las expectativas de la ciudadanía respecto a los servicios educativos que se brindarán al estudiantado en la entidad.
Así, tendremos referencias respecto a las expectativas ciudadanas para este Ciclo Escolar 2023-2024 y podremos contrastar la percepción con muchos otros indicadores educativos y sociodemográficos, así no esperaremos a la ciega a que el tiempo nos diga si la educación ha sido efectiva.
Con los planteamientos anteriores, bajo el objetivo de conocer cuál es la opinión de los michoacanos, a una semana del inicio del ciclo escolar 2023-2024 respecto a la pérdida de aprendizajes, el cumplimiento del calendario escolar, las expectativas respecto al ciclo escolar 2023-2024, confianza en el nuevo modelo educativo y la calificación que se le brinda a la educación se realizó una encuesta en vivienda, con una muestra representativa de la población mayor de 18 años en Michoacán. Los resultados fueron los siguientes:
La problemática más percibida en la entidad es la inseguridad, con un 76 por ciento. Sorprendentemente, la educación es el sexto problema, con apenas un dos por ciento de las respuestas, encima de la falta de agua potable, pero por debajo de los baches y la pavimentación.
Esto equivale a que, cada ocasión en la cual se trata un tema educativo en la agenda pública, el volumen se sintoniza apenas en el dos por ciento del total. Ello explica la actitud tanto de la ciudadanía como del funcionariado, quienes saben que la población difícilmente tomará cartas en el asunto y que, tienen siempre problemas más urgentes y emergentes por los cuales preocuparse, como las cuestiones de inseguridad, violencia y económicas.
La calificación que se le brinda a la educación pública es de 6.8 sobre 10; aprobatoria. 75 de cada 100 consultados calificaron con seis o más la educación, mientras que 48 de cada 100 la calificaron con 8 o más. De quienes le dan 5 o menos de calificación, 13 le otorgan el valor citado y 5 le asignan un cero. Prevalece una mayoría optimista, mientras que en el promedio logra una cifra suficiente para ser aprobada.
Respecto al Ciclo Escolar 2023-2024, las expectativas que se generan son positivas, ya que 5 de cada 100 mencionan que será mucho mejor que el periodo anterior, 38 expresan que será mejor y 37 que será igual. Quienes piensan que será peor el presente ciclo escolar son solamente 15 de cada 100 y 5 por ciento de los encuestados no contestó.
En cuanto al cumplimiento del calendario escolar, las personas reconocen fallas, ya que el 13 por ciento consideran que siempre hay clases; es decir, coinciden con el discurso gubernamental, el cual menciona que durante el ejercicio educativo anterior no se suspendieron clases. En cambio, 19 de cada 100 mencionaron que casi siempre hay clases en las escuelas michoacanas, reconociendo omisiones, pero asumiendo que, en su mayoría, se cumple.
En contraste, 42 por ciento de las personas consultadas afirmaron que en las escuelas públicas michoacanas se suspenden clases con frecuencia, las cuales se aúnan a un 22 por ciento de los encuestados, quienes aseveran que casi no hay clases en las escuelas públicas michoacanas.
En este rubro, solamente un tres por ciento de los consultados no contestó, lo que demuestra que hay interés al respecto y que la gran mayoría de los ciudadanos tienen una opinión conformada en torno al tema.
En lo que respecta a la recuperación del aprendizaje de los estudiantes después de la pandemia, la situación es similar a la pregunta anterior, ya que, en torno a esta problemática, solo el 6 por ciento de los encuestados mencionaron que se han recuperado completamente los aprendizajes perdidos durante el confinamiento; en contraste, el 53 por ciento reconocen que se han recuperado parcialmente, mientras que el 38 por ciento afirman categóricamente que no se han recuperado los aprendizajes perdidos. Análogamente con el cuestionamiento previo, las personas encuestadas que no contestaron fueron solamente un 3 por ciento.
Más adelante, se demostró que, las respuestas en torno a la problemática en materia de recuperación de aprendizajes guardan semejanza estadísticamente significativa con la percepción ciudadana acerca del incumplimiento del calendario escolar en Michoacán, lo cual es materia de un estudio más específico.
La confianza en el nuevo modelo educativo es relativamente baja, ya que quienes confían mucho o algo son apenas el 38 por ciento del total de los consultados, mientras que quienes confían poco o nada son el 51 por ciento. 12 por ciento de las personas no contestaron.
Por otra parte, la recepción de apoyos sociales gubernamentales encuentra relación directa con la mejora de la percepción sobre el gobierno, sus mandatarios, así como sobre la evaluación de la educación que se imparte en la entidad, el optimismo hacia las expectativas para el nuevo modelo educativo y el ciclo escolar que arranca, mientras que se dimensiona menos grave la problemática de incumplimiento del ciclo escolar y del rezago en el aprendizaje de los estudiantes.
En suma, las respuestas muestran sesgos de la población entre la problemática percibida y la opinión expresada, hay un optimismo sin evidencias; empero, existe reconocimiento de la realidad: se suspenden clases y se perdieron aprendizajes, sin visualizarse posibilidades de transformar la situación. Esperemos que conocer la percepción ayude a hacer consciencia de cómo visualizamos el ámbito educativo, para cambiar nuestra actitud, acciones y nivel de exigencia, para asítransformar la realidad educativa en la entidad federativa.
Sus comentarios son bienvenidos en eaviles@mexicanosprimero.org y en Twitter en @Erik_Aviles
*Doctor en ciencias del desarrollo regional y director fundador de Mexicanos Primero capítulo Michoacán, A.C.