Orlando Daniel Hernández
Se esperaba antes pero finalmente llegó la repuesta desde las esferas gubernamentales y de improviso salieron a disuadir la manifestación de los radicales de Arantepakua a través del grupo de Restablecimiento del Orden Público.
Lo anterior como respuesta a la detonación de dos cohetes al interior de las ventanas de la parte alta de Palacio de Gobierno.
La repuesta fue una gaseada a los manifestantes quienes ni tardos ni perezosos corrieron rumbo a la calle de García Obeso.
Con fuerza los elementos de seguridad lograron replegar a los radicales que corrían despavoridos, mientras la seguridad de la Iglesia de Catedral cerraba la puerta de acceso por la plaza Melchor Ocampo.
Algunos de los comuneros jóvenes en su mayoría aventaron objetos, aguas y refrescos que habían hurtado a la fuerza del Orden en una valentonada que de nada sirvió.
Algunos comunicadores que se encontraban en la primera línea durante la quema de las mojigangas sufrieron los estragos de los gases.