Orlando Daniel Hernández
Sigue la presión del crimen organizado en Tierra Caliente y ahora más de 800 familias tuvieron que huir de los generadores de la violencia de las comunidades del Alcalde, Las Bateas, Tepetates y Los Guayabos.
Los desplazados se han refugiado en la parroquia de la Señora del Rosario y en la Casa Ejidal de Apatzingán.
Entre los afectados se encuentran personas de las tercera edad, niños, niñas y adolescentes.
Cabe señalar que el desplazamiento forzado interno se atribuye entre otras causas, a la presencia del crimen organizado y ha originado un éxodo de personas de estas y otras comunidades a Apatzingán, Morelia y al norte del país como Tijuana.
A través del padre Gregorio López Gerónimo, la Fundación El Buen Samaritano lamentó la situación y lanzó un llamado para que apoyen con alimentos e insumos a quienes son afectados por esta crisis humanitaria qué ha provocado la delincuencia organizada.