El Zoológico de Morelia celebra 53 años de existencia y de contribuir a la preservación de especies animales, y durante el Gobierno de Alfredo Ramírez Bedolla trabaja todos los días para convertirse en un parque ecológico de referencia internacional.
El director Julio César Medina Ávila, dijo que si bien, con el paso de los años se ha posicionado como uno de los parques más importantes en el país y en Latinoamérica, es necesario recuperar el lugar que tenía hace varias décadas.
“Se están realizando obras y mejoras que no se hacían desde más de 35 o 40 años en el espacio físico, pero también se trabaja en proyectos de educación ambiental y conservación de especies, no solo animales, también de flora y del cuerpo de agua que mantendrán a esta institución como modelo internacional para la preservación de las especies en peligro de extinción”, dijo.
Añadió que el recinto es actualmente un punto de conexión entre la sociedad y la naturaleza, al contar con más de 2 mil ejemplares y 376 especies animales; además de 92 de flora y 4 mil 243 árboles. En él se puede disfrutar de los atractivos tradicionales como el acuario, herpetario, tren, tren terrestre, Cabaña Encantada, y el Ranchito, así como otros nuevos como las lanchas de pedales, la tirolesa y los triciclos acuáticos.
Medina Ávila explicó que los proyectos que se tienen contemplados van encaminados a transformar al Zoológico en un parque ecológico que sirva de protección para los ecosistemas que acoge y en el que se genera la conciencia entre la población sobre la importancia del cuidado del medio ambiente.
El director agradeció a la sociedad por el apoyo durante estos 53 años y recordó que es con sus visitas como se puede seguir rehabilitando el parque y dando lo mejor a los ejemplares. También reconoció el trabajo de las más de 200 personas que diariamente dan lo mejor para lograr el bienestar de los animales y que la población disfrute en cada visita.
El Parque Zoológico Benito Juárez abrió sus puertas un miércoles 30 de septiembre de 1970, materializando el sueño del señor Jesús Guzmán Villicaña. Construido al estilo “alameda”, este espacio ubicado al sur de la ciudad, privilegiado desde sus inicios por poseer un lago natural, tuvo desde sus inicios las características ideales, para crear el primer recinto faunístico de Michoacán.