“Ser docente es una constante motivación, actualización, puesta en práctica del conocimiento, y sobre todo, un constante aprendizaje de las niñas y niños”, afirmó la maestra María Guadalupe Villagómez, quien tiene cinco décadas al servicio del sistema educativo.
La maestra Lupita es una de las miles aliadas de la educación, de un cambio profundo que se construye desde las escuelas. Actualmente es supervisora y entre los planteles que tiene a su cargo está el Centro de Atención Múltiple (CAM), en la colonia Agustín Arriaga Rivera, en Morelia; es en este espacio donde refuerza su vocación, misma que pone al servicio de cientos de niñas y niños con alguna discapacidad.
María Guadalupe Villagómez ha dedicado toda su vida a la educación especial, ha recibido diversos reconocimientos y ha participado en foros y congresos compartiendo la experiencia de educar con pasión, sensibilidad, responsabilidad y amor. Ella ve que antes la educación especial estaba “en la sombra”, ahora es un sector que se atiende, gracias a esfuerzos de muchos actores.
La maestra Lupita reconoce el apoyo que ha tenido para “recibir el reconocimiento por 50 años de esta noble labor que es una motivación para seguir con gran dedicación y compromiso, hasta el día que me retire”.
Para la maestra que hoy recibe su medalla por 50 años de servicio, antes no era una regla poner a la comunidad al centro, ahora con la Nueva Escuela Mexicana (NEM) se puede trascender con el otro, mejorar la comunidad y así mejorar a Michoacán.