Orlando Daniel Hernández
Poco a poco comienza a fluir el número de fieles católicos para visitar y pagar sus mandas a la virgen de Guadalupe.
La Calzada Fray Antonio de San Miguel de Morelia, recibe a cientos de personas que demuestran su fe cantando en rodillas o envueltos en su rezos como preámbulo a ingresar al tiempo de San Diego.
Mujeres y niñas ataviadas de guarecitas hacen presencia en las inmediaciones del edificio católico que aloja a peregrinos desde 1820.
Bandas de música acompañan a los contingentes de colonias, asociaciones o de varios grupos que caminan por la avenida Madero.
Se estima que al término de las fiestas guadalupanas hayan asistido unas 500 mil personas.