Yo Campesino
¿Acorralada?
Miguel A. Rocha Valencia
Mientras los lacayos del régimen festejan y justifican su gran triunfo y la segura reforma al poder Judicial, se profundizan la crisis política, en seguridad y económica.
No obstante, el ganso anuncia que se va feliz y vuelve a mentir al decir que no tendrá injerencia en la vida del país ni mucho menos en la administración de su pupila, quien a pie juntillas y con “inspirado acento” afirma que el legado de su amo quedará indeleble.
Seguramente hasta pedirá que se inscriba con letras de oro la 4T en algún lugar preponderante del Senado o San Lázaro.
Pero además no le queda de otra en esa carrera por satisfacer al caudillo donde algunos hasta lloran, se tiran al piso y quieren elevar a los altares su imagen como paladín de los desamparados, el señor justiciero que nos llevó a los peores resultados de un régimen en la historia moderna del país, peor que Miguel de la Madrid.
Se va pero se queda el caudillo, eso está claro con un congreso bajo control de dos de sus incondicionales, lo mismo que los órganos electorales y el partido de su propiedad, bajo la férula de su hijo Andrés quien seguramente será el guardián y beneficiario de su herencia desde el partido llamado Morena junto con sus rémoras verdes y petistas.
De tal suerte que, con los enclaves en el gabinete, empezando por Gobernación, el machuchón seguirá mandando o ¿Queda duda a quien van a obedecer Monreal, López, Rosa Isela, quienes recibieron curules y escaños o se quedan al frente del partido?
Es obvio que, con todo ese cerco, la futura presidenta constitucional no tendrá para dónde moverse, pero además no parece interesarle pues mientras obedezca las consignas del amo, no tendrá dificultades ni nadie que intente ponérsele enfrente para ejercer un poder donde su único límite serán las instrucciones o restricciones que le lleguen de La Chingada.
Porque a quien ha de asumir la presidencia no le va a importar que como dice el Wall Street Journal, estén detenidos más de 55 mil millones de dólares de inversionistas estadunidenses a causa de la incertidumbre causada por las reformas al poder Judicial.
Ni que, de ese dineral, 35 mil millones de dólares estén etiquetados para proyectos en sectores de tecnología de la información, fabricación de automóviles (TESLA), gasoductos e infraestructura industrial, pues su preocupación toral es quedar bien con el machuchón tabasqueño.
En esa misma línea se inscribe su poca preocupación por la violencia y el sojuzgamiento por parte de grupos criminales en diversas zonas del país ni mucho menos los cerca de 200 mil asesinatos que le dejará el régimen; tampoco le llama la atención combatir la corrupción que le deja el ganso pues es parte de ella al igual que las mentiras con que se intenta disfrazarlas como esa de que los pobres niños del caudillo no se hicieron millonarios al amparo del poder y son víctimas de periodistas mal intencionados al servicio del neoliberalismo e intereses “oscuros”.
Que recibirá el país con las calles ocupadas por protestas de la sociedad civil tampoco le va a interesar porque para el profeta y ella no existen o se trata de expresiones de los corruptos de la antigua mafia en el poder a los que seguirá masacrando desde lo más alto del poder, en sus mañaneras, donde se exonera a los criminales del sexenio, incluyendo a sus hijos, hermanos, Segalmex, Tren Maya, AIFA, Dos Bocas y demás.
Un paquete de mucho riesgo si se tratara de un sucesor con deseos de gobernar para los mexicanos y no para obedecer a su amo, a alguien que se alzó como mesías tropical y que, sin embargo, con los pies de barro, se hundió en sus propias heces de revancha, engaño y traición.
Tan miente que eso de que “les digo a mis adversarios que en 20 días me retiro y no podré contestarles, no voy a tener actividad política” es una falacia, tanto que en su mismo dicho lo desmiente “dejo ya un testamento ya hacia adelante”, al que debe agregarse el marco legal que habrá de convulsionar aún más a la sociedad mexicana y nos llevará a confrontaciones que a su heredera no habrán de interesarle.
Pero seguramente veremos sesudas iniciativas para levantar como lo hacen los tiranos en su culto a la personalidad, dos que tres estaturas para homenajear al tlatoani, quien hasta el final nos mintió, nos dejó súper endeudados y una inflación galopante. Esperemos que la devaluación no se profundice.