En Michoacán los asentamientos humanos ya recienten las afectaciones por los cambios de temperatura, sin contar el impacto que éstos tienen en la agricultura, impacto en ecosistemas forestales, zonas costeras, fenómenos de desertificación y sequía, subrayó la diputada perredista Mónica Valdez Pulido, integrante de la Representación Parlamentaria de la LXXV Legislatura del Congreso del Estado.
La diputada por el Distrito de Zacapu refirió que lo más alarmante en el ámbito urbano es que dependiendo de diversas variables de carácter socioeconómico tales como la inequidad o la marginación, las afectaciones tienen mayor o menor impacto en una misma zona.
“En otras palabras se podría decir que las áreas en donde viven ciudadanos con altos índices de pobreza, también su vulnerabilidad es mayor debido a la menor capacidad para afrontar estos riesgos”.
La legisladora subrayó que la adaptación y mitigación frente a los efectos del cambio climático pueden atenderse, mediante una gestión integral de los residuos sólidos urbanos, la prevención de la contaminación de suelo y aire y la generación de energías limpias y renovables a partir de biomasas o la geotermia en la que Michoacán tiene gran potencial.
Mónica Valdez agregó que un elevado porcentaje de los residuos sólidos urbanos y de manejo especial no son dispuestos en forma adecuada de acuerdo con la legislación ambiental federal o estatal, lo que hace que nuestro estado se encuentre entre las entidades del país con menor disposición de residuos sólidos en sitios controlados con 22 puntos por debajo de la media nacional.
“También tenemos el problema de las aguas residuales, que en Michoacán registran alrededor de 170 puntos de descargas sin tratamiento, por lo que resulta urgente invertir en sistemas innovadores para racionalizar y hacer eficiente el uso y reúso de este vital recurso natural”.