¿Quién contra un presidente que regala dinero?
- Bedolla le falló a López Obrador
Martha Elba Torres Martínez
Los resultados de las elecciones del 2 de junio indudablemente echan abajo los paradigmas que sobre democracia y ciudadanía rigieron por lo menos los últimos 50 años. En un santiamén, estamos pasando del modelo de “avance democrático” a la “democracia centralista”. Todo el poder en un solo Poder, el presidencial.
Someter al tamiz electoral todo ente público -Poder Judicial y eventualmente Fiscalías de Justicia también-, es la forma que ve López Obrador para garantizar democracia y sobre ésta construir la centralidad, que no es otra cosa que la subordinación de la minoría a la mayoría; en teoría, la certeza del gobierno colectivo y por tanto la máxima unidad.
Comunismo, dice el obispo de Apatzingán, Cristóbal Ascencio García.
Para mi tía Lupis (76 años), la menor de las hermanas de mi sacrosanta madre, ni siquiera sabe cómo se come eso. Pero no pudo plantearme de mejor manera, porqué ganó AMLO el 2 de junio: “todos roban, pero nunca, ningún presidente nos había regalado dinero”. Ni cómo alegarle.
El gobierno nada más chupa sangre; impuestos, multas, derechos, “moches”, etc. Y llega López Obrador que aunque también sangra, “devuelve” -por decirlo así mi tía Lupis-, con los programas sociales. Y hay para todos, viejitos, mujeres, madres solteras, campesinos, jóvenes, discapacitados, estudiantes. Solo falta un apoyo para las mascotas y así dejen de echar a la calle a los indefensos perritos.
Pero AMLO no inventó el apoyo social. ¡Claro que no! pero ha sido el único que lo da en efectivo y no en especie, para gastarlo en lo que una quiera.
La política social de “por el bien de todos, primero los pobres”, tampoco es nueva. Pero da a todos, tengan o no tengan. Eso si, bien democrático.
A mediados del siglo pasado, con el México institucional, se crean las primeras acciones de progresión social, el IMSS y el ISSSTE para la clase obrera y burócratas; el Instituto Nacional de la Vivienda, hoy Infonavit; para la atención de los indígenas, el INI y luego el INPI que los clasificó por etnias.
Luego vino el CONAFE y el Programa de Apoyo Alimentario -como recuerdo el desayuno escolar del Instituto Mexicano de Protección a la Infancia: leche, un panesote, plátano y la palanqueta de cacahuate para agarrar fuerzas-.
Con el neoliberalismo vino una expansión de los programas sociales; así apareció el Pronasol, luego el Progresa, Oportunidades, Prospera y con la 4, el más popular de todos los tiempos: las transferencias bancarias. Lo chido es que nadie esta obligado a justificar el buen uso de este dinero, porque lo que se puede usar hasta para comprar droga o alcohol.
Pero tampoco, el gobierno de México en su 4T, es el único que entrega una renta básica o ingreso mínimo para asegurar las necesidades más elementales como alimentación, salud, vivienda y educación.
VG Baca y Haquehua (2015) nos llevan a comprender por qué desde la primera década del milenio, algunos países y ciudades de Estados Unidos -muy pocos- comenzaron a implementar un pago estatal por derecho de ciudadanía.
Nos citan el caso de Holanda, donde las regiones experimentales redujeron la violencia familiar, zonas delictivas y suicidios; no condiciona ninguna contraprestación, pero beneficiarios realizan actividades voluntarias en escuelas, obras públicas y salud. Pero este país desarrollado tiene 17.7 millones de habitantes.
Otro caso de éxito de retribución social presentado por los autores, es el de Alaska, que entrega cada año a sus ciudadanos -con residencia mínima de un año- un dividendo por aproximadamente dos mil dólares, por la explotación del petróleo. Este estado de la Unión Americana tiene alrededor de 733 mil habitantes.
El gobierno de Portugal entrega a sus adultos mayores de 65 años una pensión y en el caso de Perú, ese apoyo a los viejitos se consideró por la pandemia pero no se pudo sostener por distintos factores, de acuerdo a las conclusiones del foro público “Frente a la pandemia: Ingreso Universal Ahora”, organizado por la campaña #IngresoBásicoUniversal en 2020. (disponible en: https://latindadd.org/economias-transformadoras/renta-basica-universal-garantia-de-derechos-o-populismo/), y que busca que la Renta Básica Universal que extienda a toda Latinoamérica.
Pardes (2016) publicó una investigación sobre la experiencia de la renta mensual estatal en el poblado de Dauphin, Canadá. El ejercicio inició en 1974 y fue interrumpido al cabo de cinco años. “Nunca se llegó a publicar un informe de los resultados. Años después, una economista de la Universidad de Manitoba recopiló los datos archivados de ese proyecto para elaborar un informe. El documento, publicado en 2011, mostraba que durante los cinco años que los ciudadanos pasaron recibiendo la renta, disminuyeron los accidentes laborales, aumentó la tasa de graduaciones y la gente le dedicaba más tiempo a sus familias y no tanto a su trabajo. En conclusión: si ya no tienes que trabajar para vivir, tu calidad de vida mejora mucho”. Dauphin cuenta con 7 mil 457 habitantes…
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Guardadas las proporciones de estas experiencias en cuanto a población y desarrollo económico, resultan incomparables con México por una razón poderosa: todos los casos documentados sobre la RBU, han tenido ciento por ciento un fin social, y no político/electoral como es nuestro caso. La prueba irrefutable son los resultados del 2 de junio pasado.
Ingeniosamente y como ya se puede comprobar, López Obrador dedicó su sexenio no ha transformar la realidad social de México, sino a transformar el régimen político y para ello “domesticó” al electorado, que agradeció enormemente con su voto. Seis de cada 10 ya habían decidido por quién votar desde antes de las campañas.
“Amor con amor se paga”, reza en los gráficos que anuncian la dispersión de la pensión del adulto mayor a partir del 1 de julio, y no desde el día 5 del bimestre como venía sucediendo.
De 2019 a este 2024, la inversión total en programas sociales asciende a 2.7 billones de pesos; a partir de 2025 habrá transferencias a mujeres de 60 a 64 años, y está el compromiso de Claudia Sheinbaum de la beca universal para educación básica, como 21 millones de alumnos.
A partir de esta revisión, es posible formular tres preguntas: 1.- ¿Ha mejorado la calidad de vida de la población o es una quimera?; 2.- La población crece más rápido que la economía, ¿hasta cuándo habrá para subsidiar tanta renta bimestral? Y 3.- ¿En política quién puede contra el presidente que regala dinero?
Lo que queda de los partidos de oposición, mejor deberían ponerse a pensar sobre soluciones a los nuevos problemas y no destriparse a lo tarugo…
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Vaya megaproblema en que está metido el gobernador morenista, Alfredo Ramírez Bedolla. Porque robar y mentir, está permitido, como quiera pasa. Pero traicionar… ésa si no la pasa el líder supremo y vitalicio de la 4 que ya descarga toda su furia sobre opositores y críticos. Y así lo consideró Palacio Nacional, al balconear anteayer, al michoacano por haber dado contratos para salud al conglomerado de empresas al que pertenece LatinUs, el medio que ha descubierto la corrupción en el obradorato, especialmente de los hijos del Presidente.
Son más de 156 millones de pesos en supuesta proveeduría de fármacos y equipamiento médico, pero que en los hechos cubrían servicios de publicitarios. Y no solo eso. La Unidad de Inteligencia Financiera investiga también las compras por 233 millones de pesos a Serel SA de CV, por alimentación al sistema de salud. Esta empresa pertenece al Grupo Kosmos bajo pesquisas también por presuntos actos de corrupción, lavado de dinero y vender comida en mal estado.
Ayer por la mañana, en el noticiero de Ciro Gómez Leyva en Tele Fórmula, se dio a conocer que el senador electo y próximo coordinador de Morena en el Senado de la República, Adán Augusto López, estaría en Morelia; más tarde, trascendió que se reunieron en la Ciudad de México. Al cierre de esta columna, ninguna de las versiones se pudo confirmar.
La gran mayoría de medios locales nadaron en sincronizado y le dieron la vuelta a la información de Pablo Gómez, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, para entregar sus titulares a un boletín de cuatro párrafos sobre el “respaldo de Bedolla a la propuesta de Sheinbaum para la no reelección de representantes populares”; cuatro fotos viejas para ilustrar la nota.
¿Buenas o malas noticias en la reunión Adán-Bedolla? El perdón y no pasa nada. Quién sabe. Lo que sí, que al medio que más odia López Obrador y quiere aniquilar, es precisamente LatinUs. Y resulta que su gobernador en Michoacán le pagó para que puteara a sus hijos.
¿Tiene justificación Bedolla? Para un tema de tal significado emocional para el Presidente, no lo creo. Si sabía, malo; si no sabía, peor. Porque en el desvío de recursos que detectó la UIF, están involucrados varios, comenzando por la coordinadora de Comunicación Social, Záyin Villavicencio; Alejandro Estrada, del Comité de Adquisiciones; Elías Ibarra, secretario de Salud, y hasta el secretario de Gobierno, Carlos Torres Piña.
Y en la mañanera del Presidente no se va a destapar actos de corrupción tan vergonzosos y ofensivos para él, y no hacer nada. Dejaría un mal precedente. Ya se verá…
Giudice Baca, Víctor y Haquehua Rimachi, Orlando (2015) “Renta básica: las experiencias de Holanda, Suiza, España y Canadá”. Pensamiento Crítico Vol. 20 Nº 2. Perú. Disponible en: https://revistasinvestigacion.unmsm.edu.pe/index.php/econo/article/view/11806/10555
Parde, Arielle (15 de junio 2016) Forbes.com. Disponible en https://www.forbes.com.mx/que-pasaria-si-el-gobierno-le-regalara-dinero-a-todo-el-mundo/