- Xóchitl se manda sola; jodida Claudia, que se debe a AMLO
Martha Elba Torres Martínez
“No hay chile que les embone”. Dijo un encabronado Enrique Peña Nieto, el 27 de abril de 2017, a propósito de la suspicacia de la prensa y la oposición partidista por la detención de los ex gobernadores del PRI, Javier Duarte, de Veracruz y Tomás Yarrington, de Tamaulipas, por pillos y malandros.
“Si no los agarramos, porque no los agarramos; si los agarramos, porque los agarramos”. El tiempo demostró que no fue montaje pues ambos siguen en prisión, aunque cercana su liberación por buena conducta en sus respectivas sentencias de nueve años: el primero puede salir en 2025 y el segundo, en noviembre de este año.
El caso que con Xóchitl Gálvez, tampoco nada les parece. Que en el primer debate se vio sacatona y el pasado domingo, se pasó de lanza. Que los ataques desplazan las propuestas, como reprobó el chairo de Juan Becerra en el postdebate de Tele Fórmula. A ver.
Para eso están las giras de proselitismo, la insoportable spotiza y todo tipo de propaganda; en las plazas y foros a los que asisten los candidatos, jamás se topan ni se ven. Los debates son esos valiosos momentos en que el electorado puede ver juntos para compararlos, medirlos y contrastarlos.
Si. Confieso. Xóchitl llenó mis expectativas en cuanto a su desempeño en este segundo debate. Hizo lo que tenía que hacer, golpear a la puntera; dominó el tiempo y mejoró la narrativa con dos ideas/fuerzas cruciales, que escucharon 3.1 millones de personas más, es decir, 16.1 millones, el domingo 28 de abril:
1.- “Yo quiero decirle a los mexicanos que mis obras faraónicas serán carreteras y caminos rurales, mantenimiento y equipamiento de hospitales y escuelas; obras que estén cerca de las personas y les resuelvan sus problemas”. Nada de caprichos que terminan en monumentos a la corrupción.
2.- “Hoy México tiene dos caminos: Claudicar o despertar, claudicar significa la corrupción, la violencia, la falta de medicamentos, las mentiras, el autoritarismo. ¡Despierta, despierta, despierta! Si podemos construir el México que nos merecemos. A ti panista, a ti priísta, a ti perredista, a ti ciudadano, a ti morenista desencantado, te invito a que trabajemos en tres valores: Vida, verdad y libertad. Traigamos la vida, donde hoy se pasea la muerte, traigamos la libertad a nuestras vidas. Eso es lo que necesita México, necesitamos libertad, no un autoritarismo”. Ni el más jodido de este país puede decir que nada ya le pueden arrebatar porque nada tiene. Falso. Tener vida, libertades, pensamiento y derechos, es tener algo que defender.
Frases demoledoras que desencajaban a una Claudia que se veía más neoliberal y fifí con ese traje y blusa de escolapia confesional, de auténtica Xóchitl en huipil y populachera:
“En el pasado debate yo llamé a Claudia por su nombre. Veo que ella no lo va a hacer. Así es que le voy a aclarar de una vez: Yo soy la candidata del PAN, del PRI y del PRD y de millones de ciudadanos, y tú eres la candidata de un narcopartido, porque esta es la promoción que hace Morena en las redes sociales y además le rinden culto a la Santa Muerte. Creo que hace mucho tiempo que no te das cuenta de la realidad del país. Si salieras al mercado te darías cuenta que la tortilla pasó de 14 a 22 pesos, el frijol de 22 a 40 pesos, el aceite de 26 a 40 pesos, el huevo de 32 a 50 pesos”.
“Que no te engañen. No voy a quitar los programas sociales, esa es una mentira. Toda mi vida he trabajado al lado de los que menos tienen. Conozco México como la palma de mi mano, conozco la Montaña de Guerrero, la Sierra Tarahumara, los Altos de Chiapas. Vamos a salir adelante con salud, educación, infraestructura en tu comunidad, pero sobre todo con proyectos productivos”.
El contraste de los “otros datos” y las mentiras palaciegas con el día a día.
En su recorrido por Chiapas, a la arrogante candidata del partido en el poder se le ocurrió preguntar a la gente de Tila, ¿qué les falta en salud? Le contestaron al unísono que ¡todo!: médicos, enfermeras, equipos, medicamentos, todo. El reclamo se repitió en Chilón y Las Margaritas. No. No estamos como en Dinamarca y tampoco hay paz:
“¿Realmente creías que el sistema de salud era impecable? No Claudia, la realidad es esa. La gente está en la pobreza, se está muriendo y además hoy hay violencia. El maestro Artemio fue asesinado después de una manifestación pacífica en Chicomuselo, por pedir paz. Hoy, Chiapas es pobre y hay violencia por culpa de tu gobierno”.
Que el fuego cruzado de feos epítetos de “candidata de las mentiras”, “narcocandidata”, “candidata del Prian” y “corrupta”, haya sido lo trascendente, es morboso y misógino. Porque al final de cuentas, ambas son víctimas del patriarcado político y toda su carga histórica de corrupción y podredumbre. Las echan a pelear en esa especie de ring de lodo mientras los desgraciados se divierten.
Se ofenden por atavismos que no les corresponden. Xóchitl no es responsable de lo que hicieron ex presidentes y los partidos que la acompañan. “Soy Xóchitl Gálvez, no Fox, Fox está en su rancho. Yo me mando sola” ni tuvo que ver en la guerra declarada contra el narco, de Felipe Calderón.
Pero jodida Claudia que nunca podrá negar que es obra y gracia del viejo priísta López Obrador. No menciona a Xóchitl por su nombre, porque su creador no lo hace. Es “X”, no existe, no es nadie. Y no repara que ella tampoco es nadie sin AMLO, su Pigmalión.
Que como la creó, la puede destruir en el momento que quiera. Le dedicó el segundo debate como si el candidato presidencial fuera él y no ella. Si gana -insisto- ¿quién realmente va a gobernar? A ver, ¿por qué existen #amlovers y #xochitlovers, y no #claudialovers? Sin AMLO, dígame alguien ¡por favor! ¿quién es Claudia?
Por eso, la opositora si puede deslindarse de lo que han hecho los corruptos: La morenista, ¡Dios bendito! que se atreva a marcar una rayita…
La tentativa de borrar a una mujer sin nombrarla es una de las mayores críticas contra el machismo y la violencia de género, que ahora dejan pasar con la licencia del encuadre político.
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Viene el tercer y último debate el 19 de mayo, con los temas más candentes: Política social, Inseguridad y crimen organizado, Migración y política exterior, Democracia, pluralismo y división de Poderes, en un entorno complicado para López Obrador y su candidata.
La violencia criminal imparable, el informe sobre derechos humanos del Departamento de Estado de Estados Unidos; el pleito con Perú y ahora con Ecuador; los revividos tags #narcopresidenteAMLO y #narcocandidata, el libro de Anabel Hernández, “La Historia Secreta. AMLO y el Cártel de Sinaloa”, en la que confirma la periodista la investigación de la DEA sobre el financiamiento del cártel de Sinaloa a la campaña presidencial de López Obrador en 2006.
Todo lo niega el Presidente y hasta se hace el ofendido. Pues ni modo que diga que es cierto.
Por eso, en su columna del penúltimo de abril en DW, filial de la cadena internacional de Deutsche Welle, Anabel lo retó a que pida al gobierno de Estados Unidos que permita una videoconferencia con el testigo colaborador, Sergio Villarreal Barragán “El Grande” -el mismo que empinó a Genaro García Luna en su juicio-, y narre de viva voz en la “mañanera”, “lo que vio y vivió en la campaña del hotel El Campestre en Gómez Palacio” donde le entregó una maleta con 500 mil dólares por órdenes de Arturo Beltrán Leyva, y la reunión en puerto Vallarta, entre AMLO, Arturo Beltrán, Edgar Valdés “La Barbie” y otros capos.
Por cierto, digan lo que digan, a mí me huele a “Autlanazo” el caso de la detención y liberación casi inmediata del hermano de “El Mencho”, líder del CJNG. Muy similar a lo sucedido en octubre de 2019, con Ovidio Guzmán, el hijo de “El Chapo”; lo detienen en su casa en un operativo que dirigió la DEA, luego de unas llamadas, López Obrador ordenó que lo soltaran que para evitar una masacre. ¿A quién le consta que esta ocasión no hubo llamadas?
Sencillamente no es creíble que a estas alturas, y del nivel del personaje “Don Rodo” y siendo “un asunto de Estado”, la Guardia Nacional y la Fiscalía General de la República no lograran construir un caso lo suficientemente sólido para lograr la vinculación a proceso Abraham Oseguera.
Un video domiciliario mostró una detención ilegal; si fue editado y/o adulterado, ¿por qué no se le ocurrió primero al MP pedir una copia de lo que grabaron las cámaras? Manchan su vida de tanta ineptitud. Y todavía se enoja el Presi…