El plan de AMLO: apagado Acapulco; ¡pásenle a mi Tren Maya!
- Ni 100 mdp para elecciones locales en Michoacán
Martha Elba Torres Martínez
Este lunes, un buen grupo de damnificados de Acapulco llegaron a Palacio Nacional a plantear al gobierno una serie de peticiones para reactivar sus negocios. No eran los grandes hoteleros, restauranteros y tiendas grandotas, sino los ´micro´ que vendían ropa, alimentos, artesanías chinaderías, y que desde el 25 de octubre no tienen manera de ganarse la vida.
No fueron atendidos. Pudo ser la forma en que habrían exigido ser escuchados, luego de ocho horas retenidos por la policía capitalina que les impedía llegar al Zócalo. Pero no fue eso, sino el hecho de ser militantes y simpatizantes del PRD y del PAN, como les criticó el propio Presidente en su mañanera siguiente.
“Hay mucho oportunismo, mucha politiquería” (…) “No estoy inventando ningún falso. Está el señor Naranjo del PRD, y otros simpatizantes de la señora Xóchitl Gálvez, pero están en su derecho. Nosotros sí estamos haciendo nuestro trabajo y no faltarán recursos para Acapulco”.
Entonces ¿por ser de oposición no tienen derecho a protestar y ser escuchados? El propio AMLO, desde la oposición, ¿no criticaba, no marchó, se plantó, bloqueó pozos petroleros, e ir “a la cárcel es un honor cuando se lucha por la justicia”?
Que me acuerdo del controversial Callo de Hacha -Jorge Roberto Avilés- y su libro del “Manual del perfecto chairo: Cómo levantarte en armas sin levantarte de tu cama” (2018) y de la versión de Ricardo Alemán en 2020, en “La Otra opinión”, a propósito de la estrategia fallida contra la pandemia.
Porque sí, sin duda debe haber un catecismo para el buen ´chairo´, que prefiero referirme como militante y/o simpatizante de la 4T, que aun cuando lo azote y apalee esta fregada realidad, sigue creyendo ciega e irracionalmente, en su ´salvador´ López Obrador.
No dejo de preguntarme porqué los 4 nunca se quejan de nada. Anteayer, AMLO se ufanó confiado que pese a la tragedia, los acapulqueños seguirán votando por él y su movimiento. ¿Es acaso, el gran “detente” lo que los protegió de la furia de Otis y por eso ninguno reclama porque ninguno nada perdió?
De ser así, supongo que a nadie de esa secta política/religiosa, el crimen organizado le ha matado a un hijo, al marido, ni le desaparecen familiares; con las pensiones y becas viven a todo dar; el Covid les peló el diente y son tan sanotes, que no tienen necesidad de ir a sufrir al IMSS-Bienestar por atención y medicamentos que nunca hay.
Pensaría que a todas y todos los morenos, petes y verdes de Acapulco y Coyuca de Benitez, Otis les hizo lo que el viento a Juárez y no tienen nada que exigir porque nada les arrebató, vamos, ni seres queridos. Por eso no protestan, no exigen; esperan pacientemente echaditos en sus hamacas, que la ayuda llegue…
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Y como ya concluyó por decreto presidencial la emergencia en Guerrero, en lo que resta del año, no habrá más que adelanto de programas sociales, ocho mil pesos por vivienda dañada y créditos hasta por 25 mil pesos a comerciantes para que reabran sus changarros; los pequeños, medianos y grandes empresarios que se las arreglen solos. Y nadie protesta ni levanta la voz.
El año que entra no habrá recursos extraordinarios para recuperar a ese mundialmente famoso puerto de Acapulco.
Las y los diputados federales de la 4T volvieron a exhibir su vileza al rechazar la creación de un fondo especial de 300 mil mdp, apenas un pellizco a los excedentes del precio del petróleo, o posponer por un año el pago del Fobaproa (50 mil mdp), como propuso el PRI. Ante todo y sobre todo, se trata de la lealtad a un “proyecto” que sepa la chingada qué es. Eso sí, el premio para ellas y ellos es la elección consecutiva u otra candidatura, porque en Morena hay para dar y repartir.
Como lo anticipe en entrega anterior, la única bolsa extra serán los 15 mil mdp de los 13 fideicomisos del Poder Judicial Federal, que están y seguirán en litigio el año que entra, por los recursos de inconstitucionalidad que promoverán PAN, PRI y PRD, y que con toda la razón y justicia defenderán los trabajadores y sindicatos con uñas y dientes.
Aquí el tema es ¿por qué a López Obrador no le importa verse tan mezquino ante la catástrofe de Acapulco?
Toño Carreño, el coordinador estatal de Movimiento Ciudadano, hizo una reflexión interesante en su RP del miércoles: “Si negarle recursos a Acapulco, no impacta en el ánimo electoral, ya de plano no tenemos remedio”. Entonces hablamos de que AMLO se siente infalible, seguro de que su voto duro le dará esos 35 millones de sufragios que quiere.
Pero atando cabos y declaraciones del propio López Obrador ya es claro porqué dijo: “Nos fue bien, por lo que sea”. Contrastó con los dos mil muertos que dejó el huracán Katrina en Nuevo Orleans, pero no fue eso lo que celebró, sino los vientos que a su favor vino a soplar Otis.
A lo que voy. No se le puede culpar del fenómeno meteorológico, aunque si, de que, como aceptó en su mañanera, no haya prendido las alertas máximas ante la intensidad del huracán. Voy, a que Otis le vino a hacer un favor destruyendo Acapulco, porque entonces su Tren Maya resplandecerá como la nueva joya del destino turístico mundial.
De acuerdo a inversionistas hoteleros, dos años les llevará embellecer al puerto como antes del 25 de octubre, algunos hostales podrían operar para el 15 de diciembre pero todavía entre los escombros y servicios limitados. Como sea, no estará listo para la oleada anual de turistas nacionales y extranjeros.
El presidente López Obrador tiene bien armado su plan y por eso no tiene ninguna prisa por ayudar a Acapulco.
Este lunes 6 se anunció en su mañanera que el Tren Maya funcionará en su totalidad en febrero de 2024 y se inaugurará en tres partes: el 15 de diciembre, el tramo Campeche a Cancún; el 31 de diciembre, el tramo que va de Cancún a Palenque y el tercero que llega a Yucatán, el 29 de febrero de 2024. Nada más hay que meterle en la cabeza a los viajeros del mundo que se apagó Acapulco, pero brilla el Tren Maya y tan tan.
Y el presidente feliz de que por lo menos una de sus tres obras insignia, pegue… a costa de Acapulco…
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Y para que vean, amables lectoras y lectores, que en Morena se pintan solos para joder a la democracia: ni 100 millones de pesos quiere destinar el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, para las elecciones locales en Michoacán. Eso sí, para conciertos, fiestas, viajes, Fórmula Uno y demás, lo que sea necesario.
Ayer, Remigio García, el dirigente de Más Michoacán, este nuevo partido estatal que contenderá por primera vez en los comicios del 2024, alertó del grave riesgo que enfrentará el proceso local por insuficiencia presupuestaria.
El experto en temas electorales desmenuzó la propuesta del Ejecutivo estatal al Congreso, en cuanto al presupuesto del IEM: 582.4 millones de pesos, lo que representa una disminución respecto a la más reciente elección que fue en 2021.
De esta bolsa, 374.8 mdp corresponde a prerrogativas de partidos políticos y solo contempla para gasto operativo del proceso 207.9 mdp.
“De esos 207 millones de pesos se cubrirían las correspondientes actividades ordinarias del órgano electoral en oficinas centrales, pero también tiene que atender todas las necesidades básicas de compras de materiales y documentación electoral; además, el pago a los funcionarios electorales de los 116 órganos desconcentrados, los cuales quedarían sin la posibilidad de instalarse, mucho menos para los capacitadores que más adelante el Instituto Electoral tiene que cubrir, así como prevenir para casos de elección extraordinaria; todos estos gastos implican 133 mdp”, explicó García Maldonado.
Así las cosas, quedan como 70 mdp. “Si en una de esas el IEM hace verdaderamente recorte al gasto operativo, podría disponer otros 30 millones, lo que daría los 100 mdp”, señaló el dirigente partidista.
Aquí el tema, es que Más Michoacán no tiene confianza en la supuesta mayoría opositora en el Congreso local. “Lo acabamos de ver con el voto en línea de la bancada panista a favor de la designación de un compadre del gobernador, como auditor Superior”.
Cierto. Nada garantiza que la mano proBedolla del ex dirigente estatal del PAN, José Manuel Hinojosa, a través de su esposa, la diputada Liz Alejandra Hernández, nuevamente haga de las suyas y chingue hasta a su propio partido.
Porque ese es el verdadero riesgo que corre el Frente Amplio por México en la entidad, que el PAN les juegue en contra. Memo Valencia, del PRI, ha dicho que puede ser “bien caguamo pero nunca traidor”, y Octavio Ocampo, del PRD, también ve fragilidad en los acuerdos partidistas con Acción Nacional. ¿Y Marko Cortés? Bien, gracias…