Paja y fusil, “humanismo mexicano” de AMLO
Martha Elba Torres Martínez
Tras el golpazo del 13N, fastidiado, harto -hasta la madre- de que estos cabrones del “conservadurismo” no entiendan para nada su proyecto de la “cuarta transformación” y que en cuatro años, sus seguidores no puedan armar una argumentación “tapaboca” para defenderlo, López Obrador habría ordenado a su consejo rasputiniano le armaran rapidito, una definición a su 4T.
“Aun cuando lo fundamental son los hechos, no deja de importar cómo definir, en el terreno teórico, el modelo de gobierno que estamos aplicando. Mi propuesta sería llamarle: ‘Humanismo Mexicano’. No solo por la frase atribuida al literato romano Publio Terencio, de que: ‘nada humano nos es ajeno’, sino porque, nutriéndose de ideas universales, lo esencial de nuestro proyecto proviene de nuestra grandeza cultural milenaria y de nuestra excepcional y fecunda historia política”.
Un modelo es una forma abstracta y conceptual de representación de la realidad en la que se describen los procesos o las dinámicas de acuerdo a lo establecido en una teoría científica determinada. La idea es que un modelo vaya acompañado de una teoría -y por tanto debatible- y colabore en la percepción de los procesos y resultados finales que demuestren su aplicabilidad.
El Presidente se remontó a los orígenes del humanismo con la sola famosa frase de Publio Terencio Africano (aC -159 aC: wiki): “Soy hombre, nada humano me es ajeno” y de esta manera ubicarnos en su constructo de que el “pueblo es el centro de todo”.
Baraona (2021) en una serie de ensayos sobre el pensamiento humanista y su evolución en los últimos 2,500 años, cita a otros filósofos del sofismo:
Protágoras (486 aC-411 aC): “El hombre es la medida de todas las cosas”.
Heráclito (540 aC-480 aC): “Este cosmos, el mismo para todos, no ha sido creado ni por los dioses ni por los hombres, sino que siempre fue, es y será fuego viviente, que se enciende según medida y se extingue según medida.
Marx (1818-1883): “¿Por qué la infancia histórica de la humanidad, en el momento más bello de su desarrollo, no debería ejercer un encanto eterno, como una fase que no volverá jamás? Hay niños mal educados y niños precoces. Muchos pueblos antiguos pertenecen a esta categoría. Los griegos eran niños normales. El encanto que encontramos en su arte no está en contradicción con el débil desarrollo de la sociedad en la que maduró. Es más bien su resultado”.
Esta columnista suma a Ortega y Gasset (1883-1955) en Meditaciones del Quijote: “Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella, no me salvo yo”.
Entonces, en teoría, de la frase de Publio Terencio citada por AMLO, y considerada de acuerdo con Baraona, como la primera propuesta sistémica, interdisciplinaria y holística sobre el ser humano y su vida social, llegamos al ser humano como único protagonista de escoger y forjar su destino individual y colectivo, pero también asumiendo las consecuencias de sus propias decisiones y acciones.
El autor nos aporta cinco instancias históricas o “brotes” de la praxis humanista. El segundo brote: humanismo de la Edad de Oro Islámica (s.VIII – s. XIII.); El tercer brote: humanismo del Renacimiento europeo (s. XV. – s. XVI); El cuarto brote: humanismo liberal del Siglo de las Luces (s. XVII) y el quinto brote: humanismo socialista (fines s. XVIII – s. XIX), advirtiendo un sexto brote: Nuevo humanismo, a partir -supongo- de la revolución de la tecnología digital.
Aquí ya podemos considerar una aproximación al pensamiento “humanista” de López Obrador en el que “pueblo/pobre” es el centro de todo y por tanto, de su gobierno. La discusión se centrará entonces, en la conceptualización lopezobradorista respecto al “pueblo pobre” y el “todo” social.
Fuera de esto, no hay “terreno teórico” en la definición del modelo de gobierno de López Obrador. Dijo que se ha inspirado en Hidalgo y Madero, pero tampoco aporta mayor argumentación científica, más que algunas frases aisladas en sus registros históricos. Los ejes de su modelo, vaguedades repetitivas sin una formulación seria.
En lo económico, dice: “progreso sin justicia es retroceso” pero desecha el método como instrumento de medición del progreso y la justicia, aun así, alude en sus términos, al enfoque de la investigación científica: “lo fundamental no es lo cuantitativo sino lo cualitativo, es decir, la distribución equitativa del ingreso y la riqueza”. El tema es quién y cómo se determinan.
“El fin último de un Estado es crear las condiciones para que la gente pueda vivir feliz y libre de miserias y temores” y es “un asunto fundamental desterrar la corrupción y los privilegios para destinar todo lo obtenido y ahorrado en beneficio de la mayoría del pueblo y de manera específica, en beneficio de los más pobres y marginados”. La idea cardinal de Pericles, parafraseando al autor consultado Baraona: López Obrador viene siendo el faro luminoso que guiará al Estado y al “pueblo” hacia posibilidades más promisorias y más satisfactoria para todos.
El resto de sus planteamientos en ese discurso del 27 de noviembre en el zócalo capitalino, sigue siendo más de lo mismo: “respetar, atender y escuchar a todas y todos, pero otorgando preferencia a los pobres y humillados”. “Solo el pueblo puede salvar al pueblo… Con el pueblo, todo; sin el pueblo, nada. Por eso, ¿quién respalda la Cuarta Transformación?: el pueblo. Por eso nunca, jamás vamos a traicionar al pueblo”.
Conclusión: me aburrí, es pura paja y un choro mareador más, con tal de que ya no le digan los cabrones del “conservadurismo”: populista, autoritario y arbitrario…
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Pero además de paja, el modelo humanista de López Obrador, resultó fusil, vil plagio, de acuerdo al Partido Acción Nacional que demandará por ese feo delito.
El 28 de noviembre pasado, el PAN recordó que desde su fundación, en 1939, estableció como uno de sus principios doctrinarios el “humanismo político”.
“López Obrador pretende plagiar y tergiversar el concepto fundamental de la doctrina panista al nombrar su modelo de gobierno como humanismo mexicano, siendo que este es universal y Acción Nacional ha empleado el postulado del Humanismo Político desde su fundación”, expresó el instituto a través de un comunicado.
“La congruencia histórica del PAN se basa en el humanismo político, en una doctrina sólida y en propuestas inspiradas siempre en los objetivos superiores que nos hemos propuesto a lo largo de 83 años de existencia”, señaló.
Los pilares del humanismo del PAN se refieren a:
1.- Dignidad de la persona humana.- El reconocimiento teórico y práctico de la superioridad de la persona humana implica que es el centro y razón de ser, es decir, el sujeto, principio y fin de la vida social y política.
2.- Bien común.- Es de todos y para todos. No promueve la ventaja de un grupo o clase alguna, sino el beneficio de todos, cualquiera que sea el carácter o la función que las comunidades realicen en la sociedad. No puede excluirse a nadie de los beneficios del bien común argumentando pertenencia a Nación, religión, sexo, raza, convicción política o posición social.
3.- La solidaridad.- Viene a ser el rostro social del amor. La índole social del hombre demuestra que el desarrollo de la persona humana y el crecimiento de la propia sociedad están mutuamente condicionados. En su significación ética, se trata de la combinación de formas de amor social ordenado. En este sentido, la solidaridad es la virtud por la cual todos nos responsabilizamos por todos desde el ámbito que nos corresponda.
4.- La subsidiaridad.- La comunidad debe ayudar más ahí donde hay más necesidad y por la otra, no debe suplantar o sustituir a la libre iniciativa de los particulares o de grupos, sino garantizar su funcionamiento. La subsidiariedad exige que el poder sea descentralizado. Es por ello que debe existir responsabilidad escalonada de deberes y obligaciones. Ni atomizar al Estado ni estatizar a la sociedad. Debe existir tanta comunidad y nación como sea posible y todo el Estado que sea necesario. El Estado es rector, pero no dueño de los bienes, producto del esfuerzo común.
Por lo menos, la definición del PAN es más clara y consistente teóricamente, que el bodrio del consejo rasputiniano de Palacio Nacional…
BIBLIOGRAFÍA
Baraona, Miguel D (2021) “El primer brote: origen del humanismo”. Revista Latinoamericana de Derechos Humanos, Instituto de Estudios Latinoamericanos, volumen 32 (1) I Semestre. Universidad Nacional de Costa Rica. Disponible: https://www.revistas.una.ac.cr/index.php/derechoshumanos/article/download/15185/21285?inline=1
Pilares del Humanismo. Documentos básicos del PAN. Disponible: http://www.iepcjalisco.org.mx/sites/default/files/articulo72/PAN/FRACCI/pilares_humanismo.pdf