La Señora Presidente hace gala de su mundano arte de mentir
Jorge Hidalgo Lugo
Con ese marcado menosprecio a la inteligencia que le concede a sus mal gobernados, la Señora Presidente impone como sello de su incipiente gestión, el mundano arte de mentir y lo privilegia no sólo al encabezar el teatro guiñol montado con miles de acarreados como aplaudidores oficiosos, para dizque informar de los logros obtenidos en los primeros 100 día de un mandato que pasará a la historia por su depredadora obsesión de destruir al México institucional que aún quedaba.
Ante esa multitud de advenedizos y menesterosos del bienestar, la Científica como suelen llamarle sus lame suelas, se dio el lujo de hacer alarde de logros que sólo son de la clase gobernante, la nueva mafia del poder, pero que nada sirven al país que sigue convertido en un gigantesco cementerio gracias a los narco aliados del narco partido que pisotea dignidades y lucra con la vida de victimados a cambio de una supremacía política que proyectan eterna.
Frente a ese foro gigantesco que sacó a relucir los genes del priismo arcaico que corren por su sangre que dicen es de una izquierda que reivindica el “humanismo mexicano”, la Doctora como también le distinguen su legión de lambiscones sin recato ni pudor alguno lanceteó:
“Que se oiga bien, lejos y fuerte: No vamos a regresar al modelo neoliberal; no vamos a regresar al régimen de corrupción y de privilegios, no dejaremos que regrese la decadencia del pasado, donde se gobernaba para unos cuantos. Vamos a seguir con el Humanismo Mexicano y con la máxima de “Por el bien de todos, primero los pobres”.
Un simple párrafo del insufrible discurso donde podremos encontrar no sólo perversidad, maniqueísmo, sino además una alta carga de inducción para contagiar de amnesia a cuantos la escuchan y más allá, porque el “régimen de corrupción y de privilegios” desde el inicio del mandato de su gurú, hacedor, pastor, mandamás, Andrés Manuel López Obrador, sigue vigente y se refugian en el pasado retórico para tratar de ocultar la realidad lacerante del presente.
De ello dan cuenta los intocables, esas figuras patibularias e impresentables como Ignacio Ovalle, Ana Gabriela Guevara, Manuel Bartlett, Alejandro Gertz Manero, Alberto Becerra Mendoza protegido de Gonzalo López Beltrán, Octavio Romero Oropeza, Jorge Alcocer, Francisco Garduño, Zoé Robledo, María Luisa Albores, Rocío Nahle, Miguel Ángel Maciel, Cuauhtémoc Blanco, Adán Augusto López, Cuitláhuac García, Arturo Zaldívar, José Murat, Rutilio Escandón, Jazmín Esquivel y los integrantes del clan López Beltrán, Monreal Ávila, Martí y Lenia Batres, Taddei Zavala, entre otras decenas más.
“Nosotras y nosotros estamos muy lejos de la hipocresía. Nosotros no traicionamos nuestros principios, no traicionamos nuestra historia, no traicionamos nuestra bandera y no traicionaremos nunca al pueblo de México”, fue otro de sus lances embusteros.
Porque si el llamado combate a la corrupción que hasta mereció en su momento agitar festivo el pañuelo blanco desde el púlpito mañanero de quien dicen hoy se oculta en una lujosa alcoba de Palacio Nacional fuera tal, entonces mereceríamos una explicación detallada de por qué se endeudó a México criminalmente, porque según datos obtenidos para este despacho al cierre de julio pasado, la deuda neta del sector público federal se situaba en 16 billones 405 mil 182.7 millones de pesos.
O bien se hablaría con claridad sobre el adeudo que el propio López Obrador dejó por el orden de los mil millones de pesos al sector farmacéutico, tal y como lo ha denunciado Juan Villafranca, director ejecutivo de la Asociación Mexicana de Laboratorios Farmacéuticos.
Y también tendría obligadamente que haber una explicación convincente sobre el fracaso de la “súper farmacia”, la que iba a abatir el desabasto de insumos que hoy día sigue cobrando víctimas entre millones de enfermos vulnerables que acuden al sector público en busca de atención médica hoy deficiente e insensible pese al “humanismo” que pregona como bandera, la portadora del bastón de bando con control remoto para hacer y decir lo que le indica su patrón.
Conste que no hablamos que hoy nos dice que será hasta dentro de 60 días por lo menos en que el desabasto de medicamentos se corrija, lo que ya suma meses en detrimento de la salud de los mexicanos todos, incluidos los pobres, esos millones de mexicanos que en su falaz discursiva son primero.
Para no perder el ritmo, vino enseguida el nuevo intento de embaucamiento con el pretexto de lanzar lo que llamó el “Plan México”, un catálogo de buenas intenciones con que eso sí, nos ofreció convertir al narco país en “uno de los mejores del mundo”.
Entre otras píldoras poco digeribles está el ofrecimiento-propuesta fantasiosa para que en los primeros días de febrero se precisen las reglas de participación privada en el sector energético, luego que en estos primero tres meses y medio de depredación institucional se aprobaron en el arranque de este sexenio reformas constitucionales para modificar la naturaleza jurídica de “empresas productivas del Estado” por “empresas públicas del Estado” y asegurar la prevalencia a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) sobre las empresas privadas.
Luego entonces la insolvencia financiera o incapacidad técnica obliga ahora dar marcha atrás a la propuesta populista de devolver a los mexicanos la energía eléctrica que se produce en el país y quitar ese privilegio a los neoliberales, conservadores y hurta recursos nacionales.
La meta fijada por el Plan México es que se incremente en 15 puntos porcentuales el valor agregado que generan las exportaciones mexicanas y apunta a cambiar de modo importante las cadenas de valor que se han construido en el país.
Para ello será importante ver cómo evitan la invasión inescrupulosa, ilegal y perjudicial a la economía nacional de productos fabricados en China que inundan al país y con ello dar un guiño al desbordado Donald Trump, sin que respinguen los socios orientales.
Sólo es preciso puntualizar que tan sólo en el 2024, las importaciones que llegaron de ese país sumaron 130 mil millones de dólares.
Que en 2017, el porcentaje de dichas importaciones fueron por el orden del 17.6 por ciento, lo que se incrementó a 20.6 por ciento, hasta noviembre del 2024.
Esto es, debe informar de dónde saldrán los recursos para regresar el “Hecho en México” por el “Made in China”, lo que no anunció en su rosario de buenas intenciones que también incluye las propuestas que deberán presentar todos los Estados del narco país.
Claro que en este mundano arte de mentir se saltó olímpicamente mencionar que la narco guerra sigue adelante, que los narco aliados del narco partido en el poder no cesan en su tarea de ejecutar mexicanos y que la ubicación geográfica les vale un soplido gástrico, como se demuestra ahora con el reclutamiento o leva que ejercen ahora en Tabasco como antes en otras entidades, sumando por la fuerza a niños y mujeres a sus ejércitos sanguinarios.
Difícil pensar que la Doctora logre aumentar el flujo de visitantes a esta narco nación como también lo augura con su Plan México, si el flagelo que provocan los criminales intocables para el aparato de Estado a su cargo, solapen o vean con buen agrado que en Michoacán, por ejemplo, se institucionalice el uso de artefactos explosivos para minar caminos y atacar poblaciones.
O que en Sinaloa crezca la ingobernabilidad que ahuyenta a sus propios habitantes de sitios públicos y espectáculos deportivos en estadios de fútbol o béisbol, como la cada vez menor asistencia a destinos de playa que en Quintana Roo y Guerrero, hoy perjudican a empresarios y comerciantes de todos los niveles.
Mientras tanto no perdamos el rumbo aunque a su feligresía y menesterosos del bienestar les acomode de manera placentera esta incursión musical de la insensible y nunca mejor calificada como mujer de hielo, por hacer otra vez del gusto popular ese viejo bolero del compositor chiapaneco Alberto “Chamaco” Domínguez que hace apología a la resignación y que en su letra resalta:
“Miénteme más que me hace tu maldad feliz.”…
Vale…
https://www.facebook.com/PortalHidalgoOficial/videos/642134255152167
