Masacres 4T
• Lo bueno es que no hay guerra ni ejecuciones sumarias si no, sería tragedia
Miguel A. Rocha Valencia
Los datos no del Sistema Nacional de Seguridad sino del Inegi, revelan que el sexenio del ganso estuvo a 48 homicidios de completar los 200 mil asesinatos, es decir, a menos de 24 horas de superar esa marca. Eso, sin estar consolidadas las estadísticas que seguramente nos darán un número mayor.
Pero obstante esos datos, se nos dice que la guerra se acabó, que no regresaremos a ella ni tampoco a ejecuciones sumarias de parte de las fuerzas armadas.
Y justo cuando desde el púlpito mañanero lo recitaba la nueva inquilina de palacio Nacional, se oyeron las voces de militares arengando a sus compañeros “mátalo, mátalo”, luego de que un grupo de uniformados tiroteó una camioneta en la que se dijo había personas armadas.
Es grupo de militares notó que eran video grabados y no ejecutaron a la víctima a la que herida la presentaron como presunto delincuente.
Al mismo tiempo, se supo de “un operativo” para detener curiosamente a un delincuente miembro del bando del Mayo Zambada en Culiacán, cuyo objetivo se cumplió según el parte militar. Lo interesante es que hubo más de 20 presuntos criminales asesinados, sin heridos y del lado militar ninguna baja.
¿De verdad se trató de un enfrentamiento donde los criminales acostumbrados a disparar a matar no causaron ningún herido entre los uniformados? Raro sin duda porque los reportes generados en Culiacán advierten de que sí hubo operativo, que las fuerzas federales desplegaron un gran cerco por lo que nadie puede atestiguar que se trató de un enfrentamiento.
Como sea, se trató de una masacre contra la fracción del cártel de Sinaloa, pero no la de Joaquín Guzmán Loera sino de su competidor y enemigo, el Mayo Zambada. Curioso sin duda.
Porque al parecer sólo se combate a los delincuentes del bando de Ismael Zambada, en tanto los de los chapos, se apodera de otras latitudes como Chiapas y Tabasco donde andan con toda libertad.
Otro “enfrentamiento” se dio en Guerrero donde supuestos delincuentes atentaron contra instalaciones de seguridad cuyos ocupantes salieron, corretearon y al parecer detuvieron, claro de manera muy “limpia”.
LO cierto es que los asesinatos continúan acumulándose sin guerra y los muertos de manera “rara” también donde existen evidencias de ejecuciones sumarias por parte de la autoridad que no deja heridos como en tiempos de la Brigada Blanca contra presuntos guerrilleros.
A estas alturas, en menos de un mes de la actual administración, la suma de asesinatos sobrepasa los 203 mil a cuenta de la 4T, sin la guerra de Calderón ni con el secretario de Seguridad Pública Genaro García Luna, lo cual, según la lógica cuatrotera elevaría sustancial el número de homicidios.
Pero además el contraste entre los datos del Secretaria y el Inegi, nos muestra una discrepancia en cuanto a los número por varios miles de homicidios, con lo cual se demuestra que las fiscalías de los gobiernos gobernados por Morena y secuaces, no reportan todos los dolosos y a muchos de los decesos los dan como fallecimiento por enfermedad o “causas” naturales.
Si fuera poco las cifras de desaparecidos “sin aparecer” ocultan otra cantidad de asesinatos que poco a poco se acumulan cuando se encuentran fosas clandestinas, se identifica a los miles de “desconocidos” que están en las morgues o en tumbas oficiales.
De ser así, las discrepancias entre las cifras “oficiales” continuarán como una forma de ocultar la violencia desatada en todo el país donde nadie está seguro, además de que está claro que la impunidad alcanza el 93 por ciento, lo cual implica que los delitos se habrán de repetir por parte de criminales seguros de que no pagarán por ellos.
En una sola mañanera, se dieron varias mentiras, ocultamientos que contrastaron con las imágenes y reportes de la realidad. Que viva la 4T