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Reforma Judicial; solo falta que un perro le mee el zapato, en protesta

  • Confederación de PRDs locales en 14 estados

Martha Elba Torres Martínez

A horas de que el INE conceda la hegemonía legislativa a la 4T para hacer de la Constitución lo que le plazca, López Obrador admitió que la pluralidad política será afectada. Pero “fue voluntad del pueblo, el pueblo decidió esto”, justifica. Que Morena y sus aliados controlen 77 por ciento de las curules de la Cámara Baja, cuando el “pueblo” les otorgó el 54 por ciento de votos.

Más claro: de un padrón electoral de 98 millones, 35 millones votaron por la 4T; 26 millones sufragaron a favor de la oposición y 37 millones se abstuvieron, ni a favor ni en contra de nadie. Luego entonces, ¿cuál pinche “voluntad del pueblo”?

El “pueblo” somos 129 millones de mexicanas y mexicanos y la mayoría no tiene ni puta idea que está por abolirse la democracia para transitar a una dictadura presidencial con el control absoluto de los Poderes Legislativo y Judicial.

Y así como “dobló” a las y los consejeros del INE para asignar los asientos del Congreso General por partido y no por coalición, ahora las baterías de AMLO apuntan a las y los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), que quieran o no, son parte y están envueltos en el sin precedentes movimiento nacional de órganos jurisdiccionales contra la elección de jueces por voto popular, o por suertudos.

Pero parafraseando al nefasto de Epigmenio Ibarra, López Obrador no entiende que no entiende, que no podrá imponer en México un régimen dictatorial, sin resistencia; que no acabará con la oposición y la libertad de pensamiento y expresión, nunca. Jamás. Si resisten en Cuba, Venezuela, Nicaragua o Rusia, ¿por qué no los mexicanos?

No sería la primera vez: contra la dictadura porfirista, la revolución. Y no tiene otro camino más que la represión, la persecución y encarcelamiento de todo aquel que cuestione o se oponga a su régimen.

Y ya rebasó la represión verbal con el amago de despidos a paristas. Después de eso, solo la represión armada. Que le entre.

Dice respetar el derecho de protesta de los trabajadores y jueces del PJF, y anteayer por la noche, desconoció el paro de labores. El secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O -que repetirá en el cargo con Claudia Sheinbaum-, requirió al Consejo de la Judicatura la suspensión del pago de salarios e iniciar procedimientos disciplinarios y de responsabilidad administrativa, hasta el despido, a quienes continúen en paro. Juega AMLO con el discurso, dice que no sabía del memorándum, pero si desisten y regresan a laborar, no pasará nada.
¿Quién dice que la Presidenta electa no es comparsa, o espera con inocencia que una vez que asuma el poder real, tomará el control? El paro “no es legal ni ético porque cobran un salario”, dijo.

Chale. Dónde quedó esa aguerrida alumna de la UNAM en la huelga del Consejo Estudiantil Universitario (CEU) contra el cobro de cuotas de inscripción, en 1999. Fue una huelga “ilegal” y “poco ético”, porque si bien lograron echar abajo las reformas al Reglamento General de Pagos, fue tan larga que paralizó por un año mi Máxima Casa de Estudios en perjuicio del estudiantado.

En este movimiento que apoyaron empleados y académicos, nunca se les suspendieron sus pagos. Un cuarto de siglo después, le encabronan los buenos sueldos: “te vas a paro como juez, y aparte cobras tu salario, pues ya es hasta poco ético, porque ganan 150 mil pesos. Ayer me decían que eran 200 mil y estamos viendo cuánto gana exactamente un juez”.

Quiere jueces baratones para que les paguen bien los narcos y ricos…

                    *

A un año exacto -30 de septiembre de 2023- de iniciar su pregira de agradecimiento por el fin de su mandato, López Obrador preveía -y no se equivocó- que dejaría “relevo” de la 4T; por lo que se iría tranquilo al retiro, a escribir un libro sobre el pensamiento conservador, a administrarse para estar sano y dejar totalmente la política, que no hablaría de eso con nadie. “Ni con mis hijos”. Es más, “ya podría morir tranquilo”. “Ya estamos viendo resultados y estoy muy contento”.

A cuarenta días de entregar el poder a su sucesora Sheinbaum Pardo, algunos de los problemáticos entornos de la transición, indudablemente no estaban en su feliz plan de retiro. Otros sí, por eso de que solo regresaría a la vida pública, si “su” Presidenta se lo pidiera. Lo necesitara. Ahí la perversidad de su intención para no irse a “La Chingada”. Cómo lo va a hacer con la crisis constitucional y de gobernabilidad que fomenta con sus últimas reformas.

¿Qué es evidente que no estaba en sus planes?: Concluir en tan malos términos con Estados Unidos. Se hizo pendejo seis años con el narcotráfico y el fentanilo, y ya no le toman las llamadas ni le reciben cartas para que le “informen” sobre Ismael “el Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López. Qué casualidad. Este fin de semana, junto con Claudia, regresa a Sinaloa. Dos veces en lo que va del mes, tras la masacre en Huertos del Pedregal, el pasado 25 de julio.

La relación con el vecino del norte está tan cañona, que el embajador estadunidense, Ken Salazar, tuvo que salir ayer nuevamente a puntualizar su preocupación ante la posibilidad de que en México se implemente la elección popular de jueces, y advirtió de los posibles riesgos que esta medida podría representar para la democracia mexicana y las relaciones comerciales entre ambos países.

“La elección directa de jueces representa un riesgo para el funcionamiento de la democracia de México y la integración de las economías de Estados Unidos, México y Canadá, debajo del T-MEC”, indicó.

Por su parte, el embajador de Canadá, Graeme C. Clark, expresó la preocupación de inversionistas de su país por la reforma, pues puede afectar el “vínculo de confianza” que hay entre autoridades de México y empresas.

Bueno, ya solo falta que un perro le mee el zapato, en protesta, porque siguen los mercados financieros reaccionando en contra. El dólar ayer, cerca de los 20 pesos.

Hasta el Subcomandante Marcos, líder del EZLN, se pronunció y acusa a López Obrador de repetir los peores vicios de sus predecesores del PRI y del PAN.

En su reciente texto titulado El Viaje, que reprodujo El Universal, califica la reforma Judicial como una maniobra de control en la que “los criminales se unen cuando se sienten amenazados” y expone que lo que está en juego no es la autonomía de los jueces, sino el control del lucrativo negocio de la justicia en México. Quiere AMLO ser parte de eso, como del negocio de las Afores.

Muy acertados los paralelismos que Marcos ve entre López Obrador, con Gustavo Díaz Ordaz, por su autoritarismo; con Luis Echeverria, por su nacionalismo fachada; con José López Portillo, por su demagogia corrupta; Miguel de la Madrid, por su mediocridad administrativa; Carlos Salinas de Gortari, por su perversidad; Ernesto Zedillo, por su vocación criminal; Vicente Fox, por su ignorancia enciclopédica; Felipe Calderón, por su militarismo impulsivo, y con Enrique Peña Nieto, por su frívola superficialidad.
Bueno, hasta a su ex amigo, le dice chillón.

A Claudia, su parte. Advierte el Subcomandante Marcos que el error de confiar ciegamente en un nuevo liderazgo se repite (2018-2024); y subraya que “el verdadero problema radica en el poder mismo, sin importar si quien lo ejerce es un hombre, una mujer u otra persona”…

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El PRD perdió su registro nacional y Jesús Zambrano Grijalva, que ha usufructuado a este partido desde que nació, hace 35 años, se tendrá que ir a chutar botes a la calle o buscar acomodo en otro instituto político. Por jerarquía, el liderazgo recae en los únicos dos senadores de primera minoría, y además, muy jóvenes: la michoacana Aracely Saucedo y José Sabino Herrera, de Tabasco.

“No hay partido nacional, no hay dirigencia nacional”, estableció el presidente estatal del Sol Azteca en Michoacán, Octavio Ocampo. A preguntas específicas en la rueda de prensa del pasado lunes, adelantó que en los 14 estados donde el PRD obtuvo arriba de tres por ciento de la votación y mantienen sus registros como partidos locales, están en pláticas para conforman una especie de confederación de PRDs locales y caminar juntos, “pero de manera autónoma e independiente” bajo las decisiones que tomen las militancias.

Aun es temprano, porque hasta 2025 iniciarán los procesos para el registro como partido local, pero Ocampo Córdova anticipó que en las reuniones de análisis y diagnósticos para la refundación, retomarán su esencia de izquierda; reconoció el error de crecer en torno a grupos, que aun cuando no se puede evitar en la práctica política, si se les acotará en cuanto a la integración del Consejo Político Estatal, es decir, serán elegidos por la militancia y no por cuota.

Otra novedad que prevén en su reconstrucción, son darle voz y voto a las dirigencias municipales, recuperar los “grandes valores” del PRD que quedaron “olvidados y que fueron los que se partieron la madre en territorio”. Incorporar nuevos perfiles.

“Si analizas los 17 nuevos alcaldes que tenemos, son rostros nuevos, que no habían tenido la oportunidad y ganaron. Entonces, hay que recuperar a los que perdimos y abrirnos, porque somos los herederos del movimiento democratizador de izquierda”, remarcó.
Por lo menos, ganas, le van a echar…

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