Ilegítima
• Corcholata llegará a la Presidencia de manera espuria, pero legal
Miguel A. Rocha Valencia
Sin importar el resultado oficial que proclamará el INE y confirmará el TEPJF, para quienes saben de leyes, el ascenso de Claudia Sheinbaum Pardo al poder será ilegítimo no sólo por el presunto fraude que reclame la oposición sino por todo un proceso salpicado de violaciones a la ley donde el principal delincuente es el actual jefe del Ejecutivo.
En vez de reclamar conteos por las múltiples irregularidades encontradas, la oposición debería iniciar un proceso como el que el ganso pedía a gritos desde su mañanera para impugnar toda la elección y solicitar se declara nula ante todos los atropellos a la legalidad por parte de la candidata (aun no es proclamada electa) de morena y sus lacayos.
Para ello existen todos los argumentos legales, documentales, testimoniales de que la ocurrida el pasado domingo dos de junio, no fue una elección histórica sino de Estado y que el principal violador de leyes constitucionales, secundarias y reglamentarias fue el propio musías tropical quien además confiesa la compra del “agradecimiento” popular mediante el uso del dinero público a través de becas, apoyos y pensiones con cargo a una deuda descomunal.
Sin recato y con todo el cinismo, el profeta de la 4T violentó la ley electoral cuantas veces quiso, sin importarle los requerimientos de un INE parcializado que no otorgó el piso parejo que el ordenan sus propios ordenamientos.
Reconvino a la Presidencia más de 30 veces sólo en el periodo de campañas, pero si se contaran todas las declaraciones a favor de su candidata y las acusaciones sin probar contra la oposición, se llenaría un legajo suficiente para destituirlo. Las causales existen.
Pero aún se utilizó todo el aparato gubernamental federal y estatales para sostener una campaña que inició muchos meses antes de tiempo donde se gastaron miles de millones de pesos en espectaculares, logística, seguridad, regalos, acarreos incluso de empleados para placear por todo el país a quien para ese entonces era jefa de gobierno.
Se recurrió a la “compra” de liderazgos opositores por las buenas o las malas, se abrieron investigaciones, se llamó a “negociar” a muchos, varios se doblaron, se hicieron a un lado, otros decidieron sumarse traicionando sus propias ideas e historia con tal de no ser perseguidos y en cambio recibir el premio en especie que les ofrecieron a cambio de volverse apóstatas de la democracia.
Entraron en juego activo las fiscalías estatales, en especial la de la CDMX, la General de la República, la Unidad de Inteligencia Financiera, el SAT, la Guardia Nacional, los servicios de inteligencia del gobierno tanto de Marina como del Ejército y del antiguo CISEN. Se espió a todos, se les persiguió y a muchos se les desacreditó desde el púlpito mañanero, incluyendo comunicadores.
Hubo amenazas, atentados físicos y más de 500 actores políticos sufrieron las consecuencias tan sólo en el período electoral. La presencia del crimen organizado fue patente imponiendo sus propios candidatos a inhibiendo a quienes no se sujetaban a la ley que impuso en vastas regiones del país sin que el Ejecutivo federal hiciera nada por liberarlas. Mataron a más de 30 y secuestraron a muchos más para convencerlos de hacerse a un lado.
Mientras eso “caminaba”, el reparto de billetes de volvió descomunal; en dos años se “invirtieron” cerca de billón 300 mil pesos incluyendo los “moches” y toda la corrupción denunciada en el reparto de los programas sociales así como la supuesta construcción de dos mil 300 sucursales de un banco del Bienestar que se convirtió en una entelequia, otra de las mentiras del caudillo macuspanense convertida en barril sin fondo a favor de los militares y contratistas “amigos” incluyendo los de software.
La estrategia era cimentar a cualquier costo el “agradecimiento del pueblo” hacia su bienhechor, por eso a costa de mayor deuda se fondeó el consumo de gasolinas y gas, un subsidio que en dos años acumuló un déficit fiscal de 500 mil millones de pesos. Cara resultó la demagogia.
Y todo sumó para la causa con el permanente mensaje de “corruptos” y “así nos dejaron el país” para los de antes y hoy opositores, pero sin reconocer que muchos de esos acusados se pasaron a las filas de la 4T llevando con ellos su bagaje de podredumbre como varios exgobernadores que hoy son embajadores o destacados miembros de morena y sus rémoras en vez de estar en la cárcel, donde pertenecen y estuvieron varios de sus excompañeros.
Así premia a los arrepentidos el profeta no importa que se roben 15 mil millones de pesos o que tengan patrimonios inalcanzables con su trabajo o tengan cuentas en paraísos fiscales y alguno que otro “guardaditos” en Cuba, Venezuela o Nicaragua.
No señores, la señora Claudia Sheinbaum, la científica que no dijo ni pío por la destrucción de siete millones de árboles por culpa del Tren Maya o la de los manglares de Paraíso, Tabasco por la refinería de Dos Bocas, ganó legalmente la elección, pero su ascenso al poder será espurio por el camino cargado de ilegalidades y compra de votos.
Y no va adra marcha atrás y menos que en su futuro está el poder absoluto, sin freno, sin contrapesos u obstáculos a su voluntad y además con la capacidad monarcal de poder perdonar cualquier pecado y como ya vimos con el fiscal de Morelos, mandar a la hoguera a quien se le venga en gana sin mediar pruebas ni mucho menos proceso justo, para eso “su” mayoría le permitirá hacer y deshacer cuanto quiera a pesar de los riesgos que implique.