Sergio Cortés Eslava
Al menos 300 empleados de Grupo Ortiz, fabricante de polímeros y sacos de “arpilla”, denunciaron una serie de violaciones laborales y exigieron el pago de utilidades conforme a la ley; además, acusaron a los dueños de despidos injustificados y graves desvíos de recursos financieros para evadir obligaciones fiscales.
Entrevistados bajo la condición del anonimato por temor a represalias, los quejosos señalaron que actualmente son aproximadamente 300 empleados, entre los despedidos y los que siguen luchando para que se les reconozcan sus derechos laborales y sindicales.
Informaron que han tratado de hablar con el dueño de la empresa que fundara Nicandro Ortiz, pero ha sido imposible y solo recibieron amenazas de despidos inmediatos.
Acusaron que Emanuel Ortiz, el dueño, se niega a pagar el reparto de utilidades que por ley debieron recibir en este mes de mayo, pero además los quieren “obligar a entrar a un sindicato apócrifo que él mismo creó para desviar fondos de la propia empresa”, a lo que se han negado.
Agregaron los quejosos que “los están obligando a renunciar ‘voluntariamente’ al sindicato auténtico y si no aceptan, los presionan para que se vayan”. La finalidad, dijeron, es correr a los empleados de mayor antigüedad y los nuevos que ingresan, lo hacen con la condición de afiliarse al sindicato de Emanuel Ortiz y bajo sus condiciones laborales.
Sobre la negativa de pagar las utilidades, los trabajadores de la empresa Sapiesa (Grupo Ortiz), aseguraron que la empresa les indicó que tuvieron pérdidas a pesar de que han trabajado en días festivos y cubriendo turnos dobles.
Ante esta negativa de cumplir con la ley y por otra serie de violaciones laborales, los trabajadores de Grupo Ortiz decidieron parar sus labores hasta que lleguen a un arreglo.