Yo Campesino
4T criminal
Miguel A. Rocha Valencia
En una de las más rápidas diligencias ordenadas por el ganso de Macuspana, la fiscalía de la CDMX determinó que los restos hallados en un cerro ubicado en Tláhuac, no son humanos sino de animales, lo cual dio pie para que machuchón acusara de mentirosas a las “buscadoras” y volver a decirse víctima de un nuevo complot.
Al mismo tiempo, con esa autoridad moral que lo recubre, acusó a los corruptos de antes de confeccionar un informe final sobre la pandemia de Sars Cov 2 que mató a más de 800 mil mexicanos y dejó en la orfandad a 215 mil niñas y niñas que se suman a los más de 35 mil huérfanos del crimen organizado que ha asesinado hasta hoy a 186 mil personas.
Muerte por todas partes ya sea por culpa de las políticas públicas aplicadas con motivo de la pandemia que le cayó “anillo al dedo” al profeta (así lo dijo y hasta lo festejó), o a la criminal pasividad contra el crimen organizado que para algunos es complicidad debido a acuerdos financieros que sumarían muchos millones de dólares entregados en maletas o a través de transferencias bancarias como las sospechosas de HSBC o posteriores a través de Banorte.
El caso es que el tema de la pandemia deja espacio para que las demandas hechas contra el actual asesor en materia de Salud de Presidencia, Hugo López Gatell quien antepuso su devoción a la 4T que el rigor científico o eso lo llevó a realizar acciones que costaron vidas, aunque en el fondo todos sabemos que recibió órdenes directas de su amo y señor.
De acuerdo con el informe de la Comisión Independiente de Investigación sobre la Pandemia encabezada por el exsecretario de Salud, Julio Frenk Mora, actual director de la Universidad de Miami y otros científicos reconocidos, más de 320 mil mexicanos pudieron salvarse, pero las determinaciones del caudillo de Macuspana, incluyendo recortes al sector salud, “ahorros” y “negligencia” impidieron su buena atención, el acceso a medicamentos y medidas preventivas.
En informe va a más y precisa que no obstante ser México de los primeros en comprar vacunas, no se hizo en cantidad suficiente y lo peor, que su aplicación no se realizó con criterios epidemiológicos, científicos, sino políticos, ya que la distribución del fármaco se determinó por el jefe del Ejecutivo. Es decir que el mesías tropical decidió quien moría y quien moría.
El mismo tlatoani decidió que al personal de salud del sector privado no se les aplicaran las vacunas no obstante que participó al igual que los médicos del sector público como por ejemplo en las instalaciones del centro Banamex o en las de la Ciudad Deportiva. Fueron cinco mil los héroes que pagaron con su vida el intento por salvar las de otros. Esos también van a la cuenta de la 4T, sin duda.
Es decir, existe responsabilidad de quienes “administraron” la pandemia que se calmaba con un “detente” que no pasaba de ser un catarrito y para evitar contagios no era necesario el cubrebocas que sirve para lo que sirve y no sirve para lo que no sirve como diría el “filósofo” López Gatell.
Para colmo, los corruptos de antes, apuntaron que la Ciudad de México se convirtió en el epicentro de la tragedia y donde a los enfermos se les aplicó sin ninguna base científica la famosa Ivermectina contra los piojos. Hecho que es responsabilidad seguramente de la corcholata y su secretaria de Salud de apellido López. Ellas manipularon, también por órdenes de la chachalaca tabasqueña el semáforo epidemiológico.
Fueron entonces tres López y alguno de ello deberá pagar por la responsabilidad homicida que enlutó a cientos de miles de hogares y dejó en la orfandad a cientos de miles de niños incluyendo hogares y familias exterminados.
Por ello no es de dudar que Javier Coello Trejo, abogado que ya inició demanda para responsabilizar por homicidio al gobierno de la 4T, tendrá más elementos para fundamentarla además de los comentarios de la OMS que colocó a México entre los países que menos observaron las recomendaciones. Solo nos ganó la India.
Y de los otro, de los asesinados y desaparecidos, seguramente el tlatoani echará la culpa a los de antes, aunque ya son muchos los indicios que lo ligan al crimen organizado, lo dicen fuera y dentro del país y si no fuera real eso, entonces no se explica por qué tanta impunidad a la delincuencia en especial el cártel de Sinaloa que hoy por hoy es dueño de las rutas de tráfico de drogas, personas y armas de toda la costa del Pacífico desde Colima hasta Sonora y Baja California.
Todo esto nos revela por qué la urgencia del Ganso por ganar las elecciones. Si pierde, nada bueno le espera en México y el extranjero.