El sistema de vigilancia satelital Guardián Forestal emplea una metodología para detectar escurrimientos hacia ollas de agua, lo que se traduce en apropiación de aguas nacionales y es ilegal, advirtió la Secretaría de Medio Ambiente (Secma).
El escurrimiento consiste en la extracción ilegal de un cuerpo de agua hacia una olla, que interrumpe el cauce de arroyos naturales, situación que una vez comprobada se dará parte a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para que verifique la legalidad del recurso recolectado y tome las acciones correspondientes.
También se detectan ollas de agua que sean llenadas con agua proveniente de pozos ilegales, que no cuenten con los permisos necesarios. Este monitoreo permanente se realiza principalmente en los puntos del estado que presentan mayor grado de sequía.
El año pasado 30 por ciento de las huertas aguacateras presentaron un estrés hídrico, al igual que muchos otros cultivos, debido a la falta de lluvias. Ante el panorama la problemática de ollas de agua ha aumentado en Michoacán.