De nueva cuenta se invitó a la población a no bajar la guardia y mantener las medidas preventivas para evitar los golpes de calor, afección grave que ocurre cuando el cuerpo se sobrecalienta por la exposición prolongada a las altas temperaturas.
La hidratación es clave para prevenir un golpe de calor, ya que ayuda a mantener el cuerpo fresco y a regular la temperatura corporal. Es por ello que se recomienda beber de dos a tres litros de agua al día en los adultos, y un litro y medio para los menores de edad.
También se aconseja cuidarse del sol, con bloqueadores con Factor de Protección Solar (FPS) de 50 unidades, vestir ropa ligera de colores claros y no practicar actividad deportiva al aire libre entre las 11:00 y las 15:00 horas, cuando la radiación solar es más intensa.
Los síntomas más comunes del agotamiento por calor incluyen mareos, confusión, sudoración excesiva, piel roja y seca, presión arterial baja, dolor de cabeza y debilidad. Por ello, es fundamental cuidar a niñas, niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas o del corazón por las altas temperaturas.
Si alguien sufre un golpe de calor, es importante ubicarlo en lugar fresco y ventilado, aplicarle paños húmedos en el cuerpo, especialmente en nuca y frente, y llevarlo de inmediato a la unidad médica más cercana. Es importante no administrar medicamentos ni bebidas azucaradas, ya que pueden empeorar su estado de salud.