PODER PÚBLICO
José Cruz Delgado
Ahora se entiende por qué el gobierno del Estado de Michoacán a cargo del gerente Alfredo Ramírez Bedolla dejó que los comuneros de Arantepacua actuaran con impunidad y causaran destrozos y terror a los pacíficos morelianos, pues al parecer están siendo utilizados por la administración morenista para atacar a los opositores.
Como se recordará, en días pasados, un grupo de comuneros causó destrozos en edificios públicos, vehículos privados, comercios y agredieron a la población a su paso ante la mirada omisa de las autoridades estatales.
Sucede que presuntos habilitantes de esa localidad se manifestaron en el Instituto Electoral de Michoacán para exigir se les niegue el registro como candidatos a Silvano Aureoles y Juan Bernardo Corona, curiosamente, el primero candidato a la diputación federal de Zitácuaro por la alianza Fuerza y Corazón por México, y el segundo, candidato a regidor en la planilla de Poncho Martínez que va por la reelección en Morelia, ambos adversarios políticos de Ramírez Bedolla, opositores pues.
Incluso, el fallido gobernador justificó el vandalismo de los comuneros. Es muy sospechoso que ésta misma gente haya ido a la sede del órgano electoral a pedir que se les baje de la contienda, tanto a Silvano como a Bernardo ¿no cree usted?
TORRES PIÑA Y CELIS SILVA, PAYASOS Y CHARLATANES
Carlos Torres Piña hará el peor de los ridículos junto con Morena y sus aliados al denunciar a Poncho Martínez por presuntos delitos de ejercicio abusivo de funciones, cohecho, lavado de dinero y hasta delincuencia organizada, porque según dijo que existen pruebas pero la pregunta es:
¿Por qué hasta ahora interpone dichas denuncias si tenía pruebas y no cuando fungió como secretario de gobierno? ¿por qué hasta ahora que compite a la presidencia municipal de Morelia por Morena?
La respuesta es más que clara: quieren bajarlo de la contienda, que se le cancele la candidatura y les quede libre el camino para apoderarse de la capital michoacana, y él es un obstáculo para sus perversas intenciones.
Las y los morelianos no se tragan ese cuento y cada dardo envenenado que lanza el candidato oficialista contra Poncho son puntos a su favor. Sabe Torres Piña que tanto él como su partido Morena y aliados son repudiados por eso buscan a toda costa descarrilarlo, pero júrelo que jamás lo lograrán.
¿Sería capaz Torres Piña de exigir también que se investigue a los hijos de López Obrador por actos tejer una red de corrupción y tráfico de influencias para otorgar contratos de obra pública para sus amigos?
Tanto él como Juan Pablo Celis Silva no son más que unos payasos y charlatanes, que ven que su futuro político está a punto de terminar.
Poncho Martínez no tiene por qué dar explicaciones a Morena, mucho menos a Celis Silva, solo a la autoridad correspondiente, en caso de que lo requirieran, cosa que se duda. Quien sí debería ser denunciado es Torres Piña por su presunta omisión por el tema de las masacres, desaparición de personas, ejecuciones y feminicidios cuando fue secretario de gobierno, cuyo cargo utilizó con fines políticos e hizo presunto uso del erario público.