Investigación
• La de 2006 contra el ganso cerrada por cuestiones políticas, pero ¿No hay más?
Miguel A. Rocha Valencia
Lo de #Narcopresidente seguirá vivo como seguramente lo estará la investigación de las agencias de seguridad del gobierno y el Congreso de Estados Unidos, donde testigos protegidos son muy tomados en cuenta sobre todo cuando existen indicios que den cierta certidumbre o sospechas y aunque se trate de casos cerrados, la indagatoria se archiva y en cualquier momento se puede abrir.
Por una indagatoria similar a la del ganso, se detuvo a Salvador Cienfuegos Zepeda, a quien se denomina “El Padrino” ya que, de acuerdo a las investigaciones y testimonios, él protegía a los grupos criminales en el sexenio de Enrique Peña, aunque a Luis Miranda Nava se le tenía como el recolector de los diezmos delincuenciales.
Del expediente de Cienfuegos Zepeda sigue abierto sobre todo porque la indagatoria y conclusión que debió seguirse en México, simplemente se “olvidó” en la Fiscalía General de la República sin que llegara a un juez, seguramente por órdenes del alto mando castrense. La respuesta fue que en México no se encontraron evidencias de las acusaciones, aunque todo mundo sabe que fue un trato político, como lo fue el “cierre” de la indagatoria de 2006 contra el tlatoani tabasqueño.
Eso no implica que no existan investigaciones, de hecho, la certeza de su existencia provoca la fobia del mesías tropical a la Drug Enforcement Administration y a cualquier agencia de seguridad del Departamento de Estado del vecino país, además de que el Congreso estadunidense también cuenta con cuerpos de investigación lo mismo que las fuerzas armadas en un parangón con lo que ocurre aquí con las áreas de inteligencia de Marina o Defensa Nacional.
En esas áreas “saben todo y todo se archiva”. Por eso la pregunta no es si la investigación en torno al presunto financiamiento a la campaña del caudillo de Tepetitán en 2006 por parte del cartel de Sinaloa fue cerrada por cuestiones políticas por parte del entonces presidente Barack Obama sino qué la originó.
Felipe Calderón no era presidente y en todo caso era el aspirante que aparentemente perdería la elección.
Años después se conoció uno de los peores escándalos de lavado de dinero a través de un banco internacional con sucursales en México, el HSBC donde las investigaciones revelaron que al menos se “purificaron ahí” más de 800 millones de dólares del crimen organizado a través de depósitos en “cash” en operaciones como las realizadas por Alejandro Esquer en cajas bancarias que sumaron varios millones de pesos y de las cuales hay videos.
Las transacciones se adjudicaron a los cárteles de Sinaloa y al del Norte del Valle de Colombia. En HSBC le depositaban al ganso los generosos donativos de sus seguidores hasta que el banco “arbitrariamente de manera prepotente nos cancelaron la cuenta”. Fue cuando se cambió a Banorte según dijo, a incitación de Roberto González.
Aquella investigación que fue global la siguió el Senado de EU. Reportaje de Reuters indicó que en transferencias de esa sucursal a la Unión Americana podían calcularse hasta en 670 mil millones de dólares, aunque no se precisa la temporalidad de esas transacciones.
Total, de ese episodio bancario se aplicaron multas que sumaron miles de millones en 2012, pero son datos que, si están en Google, seguramente siguen en la “memoria” de las agencias de investigación estadunidenses donde además deben tener los destinatarios de los depósitos, aunque no los remitentes pues se hacían en efectivo, el famoso cash.
Pero además en este caso del reportaje de Tim Golden y Anabel Hernández llama la atención que el profeta de la 4T no amague al menos con una demanda ante tribunales por lo que sea, incluyendo el daño moral. Tal vez porque se sabe que esa investigación, como lo dice el mismo escrito, fue cerrada según dicen por ausencia de pruebas y el tema político. A Genaro García Luna lo encerraron por imputaciones de criminales y podría purgar cadena perpetua.
O sea que el machuchón se indignará públicamente pero no desmentirá legalmente nada ni siquiera como acostumbra, utilizará los canales judiciales para revertir lo dicho por los periodistas. La pregunta sigue siendo ¿Por qué? Sobre todo, porque en su administración se nota el apapacho a los grupos criminales que se dan el lujo de desfilar con camionetas artilladas frente a los militares y a plena luz de día como ocurre ya con demasiada e insultante frecuencia.
Y sólo para rematar ¿Quién dice que no hay más indagatorias incluso que sean más actuales no sólo de la CIA, DEA o FBI sino del mismo Congreso estadunidense? Yo creo que sí.