Hundidos
• Más mentiras del ganso ¿Para qué si como dice tiene amarrada la elección?
Miguel A. Rocha Valencia
Nadie, o pocos dudan que la del año próximo será una elección de Estado donde el ganso de Macuspana pondrá en juego (ya lo hace) todos los recursos de ley e ilegales para sostenerse en el poder vía corcholata y él de manera presencial pues si hay problemas es capaz de declarar estado de excepción y proclamarse enviado de los dioses para salvar al país.
De hecho, la maquinaria para sostener a la 4T en el poder, caminó desde antes de la actual administración con la cancelación del NAIM y otros “asuntitos” ligados al ajuste de cuentas que aún sigue vigente, seguridad, complicidad con delincuentes, reformas legales y reparto de impunidades a los corruptos que supuestamente serían castigados.
Es más pocos son los recursos legales a los que acuden los morenacos para posicionarse y van desde las mañanera del tlatoani donde descalifica a los de enfrente y magnifica a los suyos e incluso llama traidores a los competidores a quienes ya no sólo acusa de neoliberales, retrógradas o aspiracionistas sino que los culpa de todo hasta de su propio fracaso en políticas públicas incluyendo la seguridad donde ya no sólo desapareció a los ausentes sino que además en toda masacre, los asesinados no son inocentes sino culpables, drogadictos o criminales en tanto que los asesinos son señores y merecen todo su respeto.
Es tan avasalladora la campaña morenista que no sólo compra espacios en medios de comunicación y paga a “escribidores” algunos” de dudosa reputación o credibilidad, incrementa sus grajas de bots y con encuestas intentan sepultar la miserable campaña de la competencia que lejos de amilanarse, se engalla y dice que no se va a rendir.
El fin de todo ello es obvio, desalentar a los indecisos “para qué voto si va a ganar YSQ”. Pero poco a poco esa idea va cambiando a medida que la sociedad ve con preocupación (ya) los excesos del tlatoani que ya no para en adjetivos, ofensas y acusaciones ni mucho menos en violaciones a la Ley.
Es por eso que pocos dan oportunidad a la oposición de alcanzar el triunfo para la silla presidencial y recomiendan meter el acelerador para “rescatar a la Patria” impidiendo que los del lado oscuro consiga la mayoría calificada en el Congreso federal la cual, aseguran los sabihondos, podría “negociarse” a cambio de no pelear el Ejecutivo.
Porque en el fondo, el proyecto cuatrotero no es sólo quedarse con el mando omnímodo del país para administrar incluso el crimen organizado como poder fáctico que trafica y asesina con total impunidad, sino someter a instituciones autónomas y constitucionales.
Se trata de asegurar un mando único, son poderes que equilibren y para lograrlo está la gran mentira de “primero los pobres” a quienes llegado el momento y ya sin una constitución que asegure derechos contra el autoritarismo, se les traicione, así como la dictadura castrista lo hace con los cubanos, en esa isla donde hay dos realidades.
Por eso la urgencia de generar mayor euforia con becas y pensiones que sin un respaldo financiero real, en un régimen totalitario sí podrían cancelarse y no en uno democrático donde esos derechos sean progresivos.
Es más viable que morena elimine esos derechos una vez con el poder absoluto que un gobierno respetuoso de sus instituciones, de los poderes y organismos constitucionales.
De ahí la importancia de continuar con la mentira, decir que regalan dinero a manos llena a los pobres, recursos que sin duda van a pasivos, a deuda que se volverá impagable. No importa porque una vez consolidada la 4T, no habrá a quien recurrir para poner a salvo derechos adquiridos y otorgados sobre todo si el Poder Judicial ya no es operante, si obedece al mesías tropical o sus corcholatas o si de plano el Congreso se vuelve una oficina receptora de iniciativas presidenciales sin derecho a réplica o freno.
NO importa si con todo ello llegamos al reino de la mentira, si el país es aplastado por las falsedades dichas desde el púlpito de Palacio Nacional porque al final, seremos todos los mexicanos, hasta los feligreses del profeta quienes paguemos.
Aquéllos, se van, pero nos dejan una nación sumida en una entelequia que tardará años en enmendarse, como eso de que la Ciudad de México es la más bella y segura del mundo, cuando en realidad da miedo andar en sus calles y ni qué decir que al menos cinco capitales del país están entre las 10 más peligrosos de la tierra.