Horacio Erik Avilés Martínez*
Radical, la película estrenada en el Festival Internacional de Cine de Morelia 2023, narra la historia de un maestro que rompe el dogma del determinismo, logrando para sus estudiantes que el origen socioeconómico no sea sinónimo de destino.
Si bien, está basada en hechos reales, la cinta en sí representa un motivo para hablar del esfuerzo de maestros extraordinarios, quienes son los artífices de la evolución de nuestra nación. Todos tenemos experiencias maravillosas qué contar de profesores que han hecho la diferencia.
En Mexicanos Primero apreciamos el potencial de modelar historias de vida transformadoras que poseen las y los maestros, cuando ejercen su vocación docente con ahínco, innovación y amor hacia los estudiantes bajo su responsabilidad. Por ello se entrega anualmente el Premio ABC, para reconocer el esfuerzo que realizan maestros extraordinarios y, sobre todo, para visibilizar socialmente la profesión docente.
Radical constituye una oportunidad para generar una mirada al interior del sistema educativo y comprender más a profundidad la identidad y vocación docentes, principales agentes de cambio en las comunidades escolares, especialmente en aquellas más marginadas, donde menos recursos y posibilidades de movilidad social existe, escenario propicio para que maestras y maestros extraordinarios logren lo que, desde un escritorio parece estadísticamente improbable.
A pesar de las circunstancias adversas y de los logros del maestro Sergio, protagonista de Radical, es manifiesto que maestras y maestros heroicos existen por toda la geografía nacional y diariamente logran lo que parecería imposible. Michoacán no es la excepción. Veamos con mirada crítica, empática y creativa la película, basada en hechos reales, estamos ante una oportunidad de revalorizar la educación y contemplarla con ideas innovadoras.
La película es muy motivante para los docentes: sí podemos si nos lo proponemos, impulsando la cultura del aprendizaje, del esfuerzo y del desarrollo de talentos. Nos dice que seamos radicales al hallar los orígenes de nuestra grandeza posible y en la implementación de medidas que nos permitan alcanzarla, desde antes de iniciar el ciclo escolar.
La revalorización docente nos implica dimensionar el potencial transformador que poseen los maestros en el país, las necesidades que tienen para ejercer debidamente su profesión y cómo el estado mexicano deberían de brindarles los recursos necesarios para que alcancen el potencial de ser maestras y maestros extraordinarios, incidiendo plenamente en la superación de los estudiantes.
La Nueva Escuela Mexicana (NEM) pinta un escenario con respeto a la diversidad, de conciencia y aplicación de los aprendizajes en la realidad concreta, conforme a las necesidades y problemáticas que se viven en cada comunidad, tal y como sucede en Radical. Sin embargo, dista mucho de poderse concretar resultados, cuando todo el peso de la apropiación del nuevo modelo educativo recae sobre los hombros de un docente con un sentido de vocación profundo como el maestro Sergio Iván, liberando de responsabilidades a un sistema educativo que tendría garantizar todas las condiciones para que todas las maestras y maestros lograran una apropiación e implementación de la NEM: sentida, implicada, comprometida, por iniciativa y profunda, con el respaldo del personal de asistencia y apoyo a la educación, directivos y funcionarios. Sin embargo, hay barreras de acceso a la NEM a tal nivel que muchos docentes están pidiendo, fotocopiando y comprando libros de texto gratuitos de ciclos anteriores, inscribiéndose a cursos exprés pagados de su bolsillo. El camino aún es largo y sinuoso.
Urge atender la inmensa deuda sobre la formación continua en apego a las necesidades, intereses y problemáticas actuales. La revalorización no puede ser solamente discursiva, sino que debe ser una política pública integral, dotada de presupuesto. Se requieren formación continua y actualización, mejor salario, así como mejores condiciones de trabajo: escuelas dignas, estudiantes en condiciones de salud, alimenticias, socioeconómicas y socioemocionales favorables al aprendizaje y la convivencia, así como un clima laboral armonioso.
El maestro Sergio Iván, en la vida real, en una entrevista que concedió a dos años después de su “reconocimiento”, con Paloma ya en secundaria, mencionó que no recibía un estímulo extraordinario por sus resultados en ese entonces. Externó su deseo por seguir preparándose con una maestría, pero no tuvo eco. Alguna de las autoridades, también entrevistada en el evento, sólo limitó a decir, que en su momento ya se les había hecho su merecido reconocimiento social.
Esa es la situación real en la cual trabajan miles y miles de maestros, así como los trabajadores de la educación en general. Lejanía, inseguridad, situaciones inherentes al estrés, carga administrativa, carga operativa, exigencia de innovar sin recursos materiales, didácticos, bibliográficos, digitales, tecnológicos, de Internet, mobiliario; con aulas sobrepobladas o con inasistencias permanentes de niñas, niños y jóvenes. Esto no puede seguir así.
En Mexicanos Primero aspiramos a que se desarrollen mejores políticas públicas, que revaloricen integralmente a los docentes, con formación continua, una carrera magisterial legal, transparente y meritocrática, así como con el reconocimiento social al apostolado que emprenden los formadores de los ciudadanos del mañana.
Que esta conversación sirva para ponderar en su merecida y justa dimensión la vocación de los constructores de las generaciones de la esperanza.
Sus comentarios son bienvenidos en eaviles@mexicanosprimero.org y en Twitter en @Erik_Aviles
*Doctor en ciencias del desarrollo regional y director fundador de Mexicanos Primero capítulo Michoacán, A.C.