LA COSTUMBRE DEL PODER

Desterrado, migrante, refugiado o perseguido político I/V

Gregorio Ortega Molina

*La violencia y el rechazo son parte de la condición humana, cuando de lo que se trata es ceder parte de ese espacio que se considera propio, personal, por derecho

Generalizamos el tema de los migrantes. ¿Nos hemos detenido a indagar las verdaderas causas de que dejen sus hogares -por miserables que sean- y salgan a buscar la oportunidad de sobrevivir, a riesgo de su vida y la de los hijos que los acompañan?

Dejar todo atrás, incluso el significado de las palabras conocidas, y que en otro tiempo provocó temor escucharlas. Los ciudadanos romanos, los griegos, prefirieron la muerte al destierro. En cierto sentido equivale a perder la identidad, quedarse sin tierra, convertirse en transterrado. Supongo que el auto destierro es la gran huida, sin destino y sin sentido. Se encuentra si se es bien recibido en patria ajena.

Pienso en Walter Benjamin, cargó con su memoria, su obra literaria a cuestas, que abandonó, olvidó, en un modesto hotel, como dejó al cuidado de algún buen samaritano su cuerpo vaciado por el suicidio. Ya nunca más pudo reencontrarse, retomar su identidad, ver una última ocasión su casa.

La fuerza de la guerra y el poder del racismo como parte de una ideología nacional, despojó a los judíos de la identidad que naciones como Alemania, Polonia, Rusia, Armenia, Holanda y otras más les ofrecieron, para regresarlos a su condición de pueblo elegido por Dios, a la refundación de la tierra prometida, ahora arrebatada a los palestinos y defendida a muerte por Hamas.

¿En calidad de qué salieron huyendo de sus hogares, para ser rechazados por otras naciones europeas, y buscar refugio en América o en la pérdida de identidad tras hacerse conversos? ¿Cuál fue su sentir durante esos años?

Llevaron con ellos religión, costumbres y -lo más importante- conocimientos, tanto artesanales como científicos y en el dominio de las artes. Las naciones que se beneficiaron con la migración judía de los años 30 y 40, enriquecieron su cultura y transformaron su manera de ver el mundo. ¿Fueron refugiados, perseguidos políticos, desterrados, huidos?

Pienso que el tamaño de la tragedia que significó la guerra, modificó un poco la idea de hospitalidad en las naciones que los recibieron, incluso el concepto de solidaridad, aunque también encontraron rechazo, abuso, engaño. A muchos los despojaron de la poca o mucha fe que podía tenerse en la calidad humana.

La violencia y el rechazo son parte de la condición humana, cuando de lo que se trata es ceder parte de ese espacio que se considera propio, personal, por derecho.

http://www.almomento.mx, http://www.indicepolitico.com,
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