La pandemia por Covid-19 impactó a nivel mundial los sistemas de salud de cada país, obligándolos a reunir todos los esfuerzos por controlarla, se cree que la emergencia por este virus ha quedado atrás, sin embargo, se sigue trabajando en el rezago que ha causado y sus consecuencias, por ejemplo, retomar las campañas de prevención de enfermedades infecciosas.
Al pausar las estrategias nacionales de prevención y otras acciones de salud pública, la pandemia ha dejado una baja en el número de niños y niñas con esquemas de vacunación completos a nivel mundial. Por ejemplo, en México, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) de 2022 reveló que solo el 43.7% de las adolescentes están protegidas contra el VPH.
Por su parte, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en su informe anual, ha dado a conocer el impacto de la pandemia por Covid-19 en la salud de las infancias:
1 de cada 5 niños y niñas tienen un esquema incompleto, dejándolos vulnerables contra diversas enfermedades infecciosas prevenibles a través de la vacunación.
El 20% de los niños y las niñas están expuestos al sarampión, una enfermedad mortal durante la infancia.
7 de cada 8 niñas están expuestas a la infección por el virus del papiloma humano (VPH), principal responsable del 99% de los casos de cáncer cervicouterino.
De acuerdo con la CDC, se estima que 14 millones de adolescentes estadounidenses están infectados con el virus del papiloma humano.
Un estudio comparativo en América Latina, reveló que uno de los países con mayor incidencia de virus del papiloma humano es México, seguido por Ecuador y Brasil.
Es importante recordar que #ProtegerLaSalud de niños y niñas a través de la prevención de enfermedades infecciosas impacta positivamente a largo del desarrollo y crecimiento de niños y niñas, disminuyendo las ausencias escolares y laborales por enfermedad, fomentando la inmunidad colectiva, limitando el aumento de la resistencia antimicrobiana y reduciendo los gastos por enfermedad.