Orlando Daniel Hernández
El territorio de Tenencia Morelos se ha convertido en un verdadero foco rojo de la violencia generalizada para Morelia.
Ese terruño ubicado al norte de la capital, rodeado por la presa de Cointzio, es un suburbio rural donde los asesinatos y tráfico de drogas ha puesto en jaque a las autoridades.
Reductos de células delictivas remanentes de los Caballeros Templarios tras la detención de su jefe mayor Servando Gómez Martínez, alias “La Tuta”, en febrero de 2015, insisten en mantener hegemonía y poder.
En diálogo con una fuente desde el anonimato por cuestiones de seguridad, este habitante de Tenencia Morelos centra el poderío de pequeñas células como el principal precursor de la ola delictiva por sentir la amenaza de otros grupos.
También recuerda que con la ejecución de Caleb ya son dos los jefes de Tenencia que mueren a manos de hombres civiles armados, el primero fue Roberto Carlos Vidales, destacado doctor miembro de una familia de maestros quien fuera asesinado en diciembre del 2013.
A nadie se nos olvida. Asesinatos de jóvenes principalmente son actos que han generado temor y miedo, señala.
Señaló que los hechos delictivos y leyendas urbanas colocaron también en el 2012 a Tenencia Morelos en el ojo del huracán luego de menores desaparecidos a quienes los asesinaban para traficar sus órganos lo que generó psicosis entre toda la población de Morelia.