Enemigos
Abelardo Pérez Estrada*
Desde hace tiempo he escrito y lo he dicho en diferentes foros, que el sistema partidista en México está muy desgastado y obsoleto.
Desgastado, por varias razones, entre los que destacan políticos que no han encontrado o no quieren entender, lo que los ciudadanos queremos de quien nos represente y la nueva forma de comunicarse con sus votantes.
Muchos de ellos han encontrado, en la digna carrera política, un negocio, que creen que pueden heredar o pueden “salpicar” a familiares y amigos.
Además de aquellos, que una vez que llegan a tener el digno cargo, de ser dirigentes partidistas, creen que es un negocio personal, en algunos casos familiar y lo manejan a su antojo, olvidándose de valores y principios por los cuales llegaron, muchos de ellos incluso olvidando lo que cuando eran oposición y no tenían ese cargo, denunciaban.
Esta realidad, es la que hoy, en la sobremesa de los que realmente saben de política, es la plática y análisis, de quienes son los verdaderos enemigos de la Sra. X y de quien sea una amenaza del poder.
El más identificado, es el que se siente más amenazado, el que la destapó, el que no importa si viola la ley, pero está usando todo lo que tiene a su alcance, para denostar, ridiculizar, señalar, calumniar, etc., buscando apaciguar, el monstruo político, que él despertó, me refiero al presidente López Obrador, que, en repetidas ocasiones, violando la ley (aunque ya nos tiene acostumbrados) y bajo la mirada permisiva de las instituciones dirigidas, en muchos casos por títeres a modo.
Y por otro lado los hoy amenazados líderes del PRI, PAN y PRD.
Antes del destape de Xóchitl Gálvez, Alto, Marko y Zambrano, se saboreaban el poner un candidato a modo, que les fuera leal y con quien pudieran seguir negociando las listas de plurinominales, cargos, alcaldías, regidurías, etc.
Sin embargo, al irrumpir en el escenario político, Xóchitl Gálvez, los sacó de su zona de confort, modificando incluso la plataforma para juntar firmas y que de esa manera milagrosamente, aparecieran esos alfiles que sin tanto trabajo ni recorrido por el país, hoy también dicen que juntaron las tan anheladas 150,000 firmas.
Me queda claro, que también buscarán la forma de descarrilar o presionar a Xóchitl Gálvez, porque de lo contrario se les acabaría el negocio y no tendría sentido, por ejemplo, que Alto haya alargado su permanencia como presidente del PRI, si ya no tendría control sobre la candidata.
Por lo pronto seguramente Xóchitl Gálvez debe tener un equipo paralelo, para proteger este camino y la candidatura, ya que depender de la buena voluntad de estos tres líderes partidistas, seguramente sería un error del que siempre se arrepentiría.
POSDATA:
De José Luis Preciado no hablaré, le dedicaré un poco de tiempo cuando lo veamos de chapulín bajo el manto del oficialismo o sus aliados.
¡Es tiempo de los ciudadanos!, no de enemigos.
*Empresario, analista político, expresidente de la Canacintra