“La visión del Poder Judicial del Estado consiste en consolidar el acceso a la justicia a quien lo solicite, de ahí que es nuestro deber actualizarnos en los avances que aporta la teoría y práctica de nuevas formas que mejoran y contribuyen a hacer realidad el derecho de las y los ciudadanos a la justicia”, expresó el magistrado Jorge Pérez Zavala, en su calidad de presidente sustituto del Supremo Tribunal de Justicia y del Consejo Poder Judicial de Michoacán, durante el inicio de la primera sesión del Diplomado en Derecho Colaborativo.
La mencionada actividad académica en la que participan juezas y jueces de primera instancia, así como secretarios de acuerdos y proyectistas, cursarán 140 horas de capacitación, por lo que el magistrado reconoció el interés del personal “así como su disponibilidad para dedicar una buena parte de su tiempo libre a seguir formándose, profundizando en el conocimiento y adquiriendo técnicas y habilidades que permitirán un óptimo desarrollo profesional y una más alta calidad en el desempeño de sus funciones”.
“No podemos desconocer que, además del proceso judicial, hay una serie de mecanismos y modalidades que si se utilizan de la forma adecuada y pertinente, contribuyen a restablecer las relaciones sociales rotas por el conflicto. En esa línea se encuentra el Derecho Colaborativo, novedosa forma de acercarse a la solución de los litigios y que será el objeto de análisis del programa académico que hoy iniciamos”, afirmó Pérez Zavala.
Finalmente, agradeció al ponente Óscar Ortiz Salcedo, fundador y presidente de Instituto de Investigaciones y Estudios para la Paz, A.C., por compartir su experiencia “deseo que este Diplomado constituya el primer paso que da este Poder Judicial en innovar, ampliando los conocimientos de juezas, jueces y servidores públicos, en las nuevas maneras de fortalecer la impartición y administración de justicia”.
Por su parte, Ortiz Salcedo señaló que el Derecho Colaborativo es algo novedoso que inició en Estados Unidos en los años noventa y se generalizó en Europa en los años de 2005 y 2006; “las experiencias que hay son positivas, en lo personal, lo conocí cuando tenía 10 años formando mediadores y 15 siendo mediador, me di cuenta que era algo que realmente humanizaba la cuestión del conflicto”.
“El modelo de formación que hemos diseñado es más amplio que el que se utiliza en EU y Europa, porque tuvimos la posibilidad de incorporar elementos de la entrevista con el cliente, que es la esencia de este modelo. Hay elementos muy similares a la mediación, no porque sea una copia, sino porque ambas en gestión de conflictos utilizan herramientas comunicacionales”, finalizó.