Tren devastador…
Ya somos todo aquello contra lo
que luchamos a los veinte años.
José Emilio Pacheco
Arturo Suárez Ramírez/@arturosuarez
Este año ha resultado verdaderamente complicado para todo el país por aquello de la sequía que se prolongó por semanas, los científicos han alertado que por el cambio climático en los próximos años se va a poner peor.
No hay que echar en saco roto la lección de la falta de lluvia que sumió a Nuevo León en una alerta por el menoscabo del vital líquido que genera pérdidas, afecta al ganado, a las cosechas y a la producción en general.
Pero la ecología, la ciencia y la tecnología son temas que simplemente no le interesaron a la 4T y aquello de Sembrando Vida no tiene las pruebas contundentes para decirse exitoso, bueno solo los discursos que se lanzan desde Palacio Nacional.
Aquí se lo he dicho, no se necesita ser investigador para entender el daño ecológico que las obras de este gobierno están causando al medio ambiente como la construcción de la Refinería de Dos Bocas, el AIFA, el Transístmico y el Tren Maya que está produciendo una severa devastación, seamos claros ni con la siembra de miles de árboles que afirma el gobierno está haciendo, podrá recuperarse la destrucción de cenotes, la inyección de concreto en cavernas, el desplazamiento de la fauna y la deforestación que están originando.
El fin de semana pasado, el presidente estuvo muy contento, se anduvo paseando por Cancún donde recibió y abordó uno de los primeros vagones del Tren Maya, la cara era de alegría como pocas veces se le ve porque su sueño se está volviendo realidad, aunque con un sobrecosto de 359 mil 863 millones de pesos, contra lo que se había estipulado en un principio 156 mil millones de pesos, se espera que la obra se inaugure en diciembre de este año y de inmediato comience a dar servicio porque estaremos a unas semanas de que arranque la campaña presidencial y serán usadas como estandarte publicitario, aunque tenemos una refinería que no refina y un Felipe Ángeles que no es práctico para los pasajeros.
Lo vuelvo a repetir, las obras de gran envergadura no pueden esconder su éxito o fracaso y no tendremos que esperar mucho tiempo para ver su costo beneficio, aunque se puede anticipar que nos salieron muy caras contra los resultados que van a dar. Desafortunadamente para López y su 4T se inscribirán a las obras como las de los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón, de Peña Nieto ni hablamos porque el Tren México-Toluca todavía no se concluye, pero como muestra está la “Estela de Luz” que nos dejó el “calderonato”, pero ninguna de esas con todo y despilfarro de recursos y su utilidad resultó tan dañina para el medio ambiente.
A la par del festejo de López Obrador por el avance de su trenecito se denunció que trabajadores que rellenaron parte del humedal Estero de Chac en Bacalar, Quintana Roo, pero que conste no solo es de dicho, sino que hay video donde se ve que usaron explosivos y obviamente causó más daño así lo dijeron los pobladores, pero la SEDENA acudió al lugar para explicar que todo se trató de un error, esto se suma a las denuncias que no son pocas y la documentación contundente, claro que todo eso se estrella ante la indiferencia del Pejelagarto que califica a los activistas de neoliberales, fifís, seudoambientalistas que perdieron privilegios, pero ahí quedan 3.4 millones de árboles talados, el inicio de una obra sin proyecto, los cambios de trazos y mucho más que abona al ecocidio amparado desde Palacio Nacional… pero mejor ahí la dejamos.
Se fue Porfirio
En México los políticos de la envergadura de Porfirio Muñoz Ledo se cuentan con los dedos de una mano y sobran. En este sexenio Porfirio le entregó la banda presidencial a López Obrador y luego se desencantó porque no entendió que era la 4T.
Políticos menores como Mario Delgado lo intentaron ningunear, pero a un personaje de la talla de Muñoz Ledo le quedaron como lo que son, chicos…
Muñoz Ledo falleció el domingo, hay que revisar su obra para no volver a cometer los mismos errores.
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Hasta la próxima.
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Lic. Arturo Suárez Ramírez
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