Orlando Daniel Hernández
El asesinato de Hipólito Mora Chávez y tres de sus escoltas, es parte de la violencia que lejos de la paz que según las autoridades había en Tierra Caliente, denota el avance del crimen organizado.
Tal fue expuesto por el párroco de Aguililla, Gilberto Vergara quien exhibió a las células delincuenciales que se reposicionan y cobran cada vez mayor fuerza y presencia.
Actúan cada vez más impunes, con la confianza que las autoridades sólo observan, lamentó.
Dijo que los municipios de la región están sufriendo esta oleada violenta con zozobra y marcado temor.
Más allá de los personajes y de las personas, ésta es la situación de toda una región ante el avance del crimen organizado sobre el Estado, insistió.
No vivimos en paz, le muerte de Hipólito (Mora) se suma a las decenas que hay en la región, es muestra evidente de la ineptitud de un plan de pacificación, acusó.
Con tristeza y pena la violencia está llevando a la desesperación y nos aplasta, acotó.