Orlando Daniel Hernández
Desde la unidad Morelia de la Escuela Nacional de Estudios Superiores de la UNAM, un grupo de científicos vigila al sol desde el único observatorio solar de México: el Laboratorio de Ciencias Geoespaciales.
Y es que hoy en día cobra mayor relevancia la observación del astro, ya que nuestra tecnología depende en gran medida de la actividad de esta estrella a pesar de estar a 150 millones de kilómetros de la tierra, señaló Mario Rodríguez, investigador y miembro de este laboratorio.
Estos eventos producen exposiciones que emiten Rayos X que pueden dañar satélites y así afectar las telecomunicaciones, como los sistemas de geolocalización.
El investigador agregó que por ahora se sabe que el sol aumenta y disminuye su actividad aproximadamente cada 11 años y tiene entre dos y tres eventos de gran magnitud por ciclo.
Con estas investigaciones, dijo, se puede tener una respuesta oportuna ante las tormentas solares, ya que pueden afectar la forma en que nos comunicamos.