Palabras Más
En América Latina, decía, la frontera entre el fútbol
y la política es tan tenue que casi resulta imperceptible.
Ryszard Kapuściński
Arturo Suárez Ramírez/@arturosuarez
Aquí se lo he dicho, el éxito o fracaso de las mega obras del presidente López Obrador como el Tren Maya, la refinería Olmeca y la compra en Estados Unidos de Deer Park, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, el Transístmico y otras no se podrá ocultar.
Ya estamos en la recta final del sexenio y esas obras tienen que comenzar a dar resultados, sobre todo que serán utilizadas como estandarte para la campaña presidencial del 2024 con el fin de que Morena tenga continuidad en la presidencia, aunque los pobres resultados están puestos en entredicho y su costo en algunos casos se triplicó, hasta hoy no se refina ni un litro de gasolina, no hay permisos internacionales para el AIFA y hay una gran destrucción ecológica en el sureste mexicano por el trenecito.
Aunque en aquello de montar cortinas de humo y desviar la atención de la opinión pública López es un maestro de la estrategia, la realidad es que en las últimas semanas se le han caído todos los teatritos, aquel de Genaro García Luna que iba para ocho semanas y que por estas fechas tendría que estar terminando se desinfló, no fue factor en la marcha multitudinaria en defensa del INE.
Aquel discurso de que los conservadores buscaban defender al hombre más importante de Felipe Calderón pasó a segundo término, hasta se le volteó por las llamadas de atención desde EU con aquello de que los cárteles de la droga tienen bajo su control parte del territorio nacional, no hay pacificación, suman más de 150 mil homicidios dolosos en lo que va de la administración de AMLO y lastimosamente en 17 meses no lo va a conseguir.
Los enojos en el jefe del Ejecutivo son constantes cuando se le pregunta por qué se sigue utilizando Pegasus, si hay espionaje, las respuestas son las mismas, insultos y descalificaciones que no asustan a nadie, por el contrario, muestran la debilidad del presidente.
Mientras la SCJN admite la suspensión de su Plan B y hace llamados para que se aplique el Plan C que consistiría en no votar por la oposición, en la zona donde se construye el Tren Maya se gestan protestas todos los días, las redes sociales están plagadas de videos y fotografía que documentan la destrucción en la zona.
Por ejemplo, el ecologista Beto Friscione muestra las perforaciones por tubos de hierro que serán rellenados con concreto contaminando los mantos acuíferos, el activista advierte sobre la escasez de agua potable que vendrá en unos diez o veinte años, así como pasa en Nuevo León o la Ciudad de México, ahí quedan las preguntas sin responder por parte de la Profepa y otras autoridades, además nos recuerda que fue una obra que no presentó los estudios de impacto ambiental.
Una nueva manifestación se llevó a cabo el fin de semana, ambientalistas hicieron una cadena humana en contra del desembarco de balasto en el muelle de Puerto Morelos, ubicado frente a una barrera arrecifal. Tal y como se lo dije la semana pasada, el ancla del buque Melody dañó estructuras arrecifales en peligro de extinción, según lo han documentado buzos profesionales quienes manifiestan que se ha querido encubrir el ecocidio, quienes participaron en la manifestación advierten que con el desembarque los daños se harán más profundos, por eso buscarán llevar a cortes internacionales el caso.
En la mañanera de este lunes, el presidente López Obrador estuvo acompañado de Javier May, director de Fonatur y encargado del Tren Maya, Layda Sansores gobernadora de Campeche, hubo fiesta rimas de la pelirroja y se desestimaron las protestas de los ambientalistas.
Para nadie es un secreto que el Tren Maya tiene un considerable atraso, que hay sobre costo, y cuestionamiento del costo-beneficio, ante la larga lista de críticas nacionales y extranjeras, en Palacio Nacional ya preparan para el siguiente mes un banderazo de salida para que el presidente inaugure los rieles por donde correrá su Tren destructor, una obra más que estará a medias.
La pregunta sigue vigente. ¿Dónde están los ambientalistas cuatroteros que avalan esa obra?… pero mejor ahí la dejamos.
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Hasta la próxima.
