Heliodoro Gil Corona*
Las remesas familiares, desde 2003, se han convertido para Michoacán en la segunda fuente de ingresos externos más importantes que, por una parte, están contribuyendo a robustecer el mercado interno estatal y factor del crecimiento económico local.
Por otro lado, han sido transferencias monetarias crecientes que han permitido evitar una mayor degradación del tejido social en la mayoría de los municipios de la entidad.
En consecuencia, se puede establecer que las remesas que recibe el estado son clave para el desarrollo socioeconómico de los michoacanos en desventaja económica.
Cabe recalcar y poner en justa perspectiva, que las remesas son ingresos frescos constantes que reciben las familias de los migrantes destinados en lo fundamental a las necesidades de la vivienda, formación de patrimonio, educación de los hijos y la salud de los miembros del hogar.
En especial las remesas continúan teniendo efectos multiplicadores a través del consumo, la inversión patrimonial, la producción agrícola y en general a través de los diferentes giros de las actividades comerciales por conducto de los micros y pequeños negocios asentados en los 113 municipios de Michoacán. Se trata de ingresos torales para las actividades productivas a nivel microregional.
La recepción de remesas familiares en Michoacán reportó en todo 2022 un incremento de 6.1%, al aumentar de 4 mil 984 millones de dólares a 5 mil 286 millones de dólares de 2021 a 2022. El año pasado las remesas perdieron dinamismo con relación a la tasa registrada en 2021 de 9.7%.
En pesos, el alza de las remesas reportó un alza relativa de 5.2%, al aumentar de 101 mil 087 millones a 106 mil 378 millones de 2021 a 2022. En este periodo hubo un ingreso neto de remesas en el estado por 5 mil 291 millones de pesos.
En 2022 los ingresos por remesas a nivel nacional ascendieron a 58 mil 497 millones de dólares, equivalente a un incremento respecto al año anterior de 13.4%. La participación de los estados no ha tenido cambios en el orden, Jalisco sigue en la punta con el 9.2% del total del país, el segundo correspondió a Michoacán con el 9.0%, continuó en la tercera posición Guanajuato con una contribución de 8.6%, la cuarto posición la ocupó el estado de México con una tasa de 6.0% y el quinto lugar le tocó a la Ciudad de México con una aportación de 5.4%.
Las remesas son de vital importancia para la economía de Michoacán que, junto a las exportaciones, son fundamentales para explicar la recuperación económica observada en el periodo reciente.
Las remesas familiares representan el 16.2% del valor corriente del PIB estatal de 2022, mayor a la participación de las actividades del campo que fue de 13.5%, cercano a la contribución de sector industrial de 17.0% y muy por arriba de las actividades turísticas cuya tasa se estima en 7.8%.
En comparación a uno de los componentes que conforman la demanda agregada como es el gasto público estatal, la contribución de las remesas son clave en cuanto a su aportación económica en los municipios y regiones de la entidad.
En los años 2021 y 2022, el valor de las remesas superó el monto de recursos fiscales destinados al gasto público estatal. En 2021 las remesas representaron el 120.5% del gasto público ejercido en ese año, mientras que en 2022 representan el 130.0% del gasto estatal presupuestado y autorizado por el congreso local.
Las expectativas 2023 son alentadoras para la economía estatal y en las condiciones sociales de miles de familias michoacanas. Se prevé que las remesas familiares ascenderán a 5 mil 550 millones de dólares, equivalente a un aumento absoluto de 264 millones de dólares y un ascenso relativo de 5.0%, en relación con las remesas reportadas en 2021 de 4 mil 984 millones de dólares.