Triunfante quiero ver al que me mata;
y mato a quien me quiere ver triunfante.
Sor Juan Inés de la Cruz
Arturo Suárez Ramírez/@arturosuarez
Estamos a punto de iniciar los trabajos legislativos en el Congreso de la Unión, los partidos políticos ya hicieron sus reuniones plenarias que se convirtieron en pasarela de presidenciables, en otros casos se hace política para los procesos del Estado de México y Coahuila, se hacen amarres, proyecciones y es la antesala porque varios de los actores se van perfilando para buscar otros cargos de elección y seguir cobrando del presupuesto, no importan los colores, se trata de agarrar “hueso” aunque eso signifique cambiar de partido, pues total a estas alturas lo antinatural se ha normalizado, se disolvieron las fronteras ideológicas.
Pero lo anterior no es nuevo, el que fue priista ahora está con Morena, el que fue panista ahora está con Morena, el que fue perredista ahora está con Morena y cambiarán las veces que sea necesario, aquello de que “no luchamos por puestos sino por ideales” es solo la bonita retórica del Pejelagarto que nos inyectó por años, pero ese cuento ya no es tan creíble y menos con los de siempre, a esos les gustan los gastos, comer y beber bien, viajar, comprar enseres, estirarse la cara y pagar tratamientos a costa del erario, total como me decía un priista, “quizá solo una vez sea diputado”.
Cada inicio de legislatura hay expectativas, el partido en el poder siempre se quiere hacer sentir y en esta ocasión no será diferente, el gran pendiente que tienen es la transformación del Instituto Nacional Electoral simplemente porque le molesta a López Obrador, el mismo que dice no odiar pero que desde el 2006 juró terminar con quien le negó la presidencia porque no la había ganado, no obstante el cuento del fraude que nunca pudo acreditar y luego en 2012 que Peña Nieto lo atropelló en una elección que le ganó dos a uno.
No se puede olvidar aquella frase que salió de la boca de un enfurecido Pejelagarto “al diablo con sus instituciones”, ahí se quitó la máscara y entendemos el embate contra los organismos autónomos que son un estorbo para como él entiende la democracia.
El mandato es claro y directo para los diputados y senadores del partido del presidente, hay que proteger el plan B, hay que pegarle con todo a los consejeros Lorenzo Córdova y Ciro Murayama, hay que seguir dividiendo a la sociedad y sujetar al INE del pescuezo como en 1988 en que las elecciones se organizaban en la Secretaría de Gobernación con Manuel Bartlett a la cabeza, de eso el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas puede dar cuenta, hoy Bartlett cercano al que se dice demócrata y se ganó su perdón.
Para los que dicen que Lorenzo Córdova busca ser candidato presidencial, no se equivoquen porque la Ley se lo impide. Tanto Córdova como Murayama se han enfrascado en una lucha con López Obrador, mientras el mandatario lanza insultos desde Palacio Nacional los otros responden en foros, con un libro, con una marcha que tiene tintes políticos porque ahí están los de la oposición que es difícil creer en el discurso de solo defender al INE. Los consejeros se van en tres meses y deberán asumir el costo político de sus acciones, como siempre la historia pondrá a cada quien en su lugar.
En sus últimos movimientos ha fracasado López Obrador, no tuvo su reforma energética, le bajaron a su favorita en aquello de la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y de inmediato Norma Piña pintó su raya. En el caso del INE viene una marcha, ya lo dije si no es nutrida mejor que la de noviembre, López se va a reír de los opositores, ya se prepara una lluvia de amparos que me dicen especialistas del derecho electoral serían suficiente para darle otro revés al presidente y eso lo debe tener furioso… pero mejor ahí la dejamos.
Entre Palabras
¿No qué no? Ya hay lista para sustituir al fiscal Gertz Manero.
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Hasta la próxima.