“Yo anteriormente trabajaba en la carpintería y después se dio el proyecto de las guitarras. Es algo bien porque ya puedo reintegrarme a la sociedad, más que nada, con la oportunidad de un trabajo con el que ya cuento, es algo importante para nosotros los que estuvimos ahí presos que se nos dé la oportunidad de trabajar”.
Para José Carranza las segundas oportunidades sí existen. El pasado 27 de octubre, además de recuperar su libertad luego de permanecer más de 19 años preso en el penal de Uruapan, recibió la noticia de que podría conservar su empleo en la empresa de guitarras “Mercedes Nava”, donde inició labores junto con otros 17 internos hace más de cuatro meses y donde hasta el momento han logrado una producción superior a los seis mil instrumentos.
Con un horario de 9:00 a 17:00 horas, José ingresa de lunes a sábado al interior del penal a realizar este oficio que, además de permitirle percibir un sueldo semanal para apoyar económicamente a su familia, le llevó a reinsertarse a la sociedad con la frente en alto.
“Para nosotros nos sirve porque todo el día estamos trabajando, económicamente ganamos un dinero y no estamos pensando otras cosas, también es una buena oportunidad de aprender cosas nuevas, como ahorita se nos dio la oportunidad de las guitarras y ya tengo un oficio, algo con que defenderme acá afuera, acá en la sociedad”.
Al igual que Mercedes Nava, empresaria de Paracho, Michoacán, que produce guitarras que son exportadas a varias partes del mundo, dos empresas recicladoras, una de fabricación de carritos para mandado y una de pintado de macetas, entre otras, han decidido, a través de la coordinación con el Gobierno de Michoacán, a través del Sistema Penitenciario, apoyar con empleo a personas privadas de la libertad y trabajar en favor de la sociedad.
