Palabras Más
EsClaudia, ¡Claro qué #EsClaudia!
Me resisto mucho a hacer preguntas;
participa bastante del estilo del día del Juicio Final.
Plantear una pregunta es cómo lanzar una piedra.
Robert Louis Stevenson
Arturo Suárez Ramírez/@arturosuarez
No hay que quitarle ningún mérito a la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum quien es una calca de su mentor Andrés Manuel López Obrador, a él le debe toda su carrera y fue ella la que estuvo detrás de la construcción de los polémicos segundos pisos del periférico.
Desde que el Pejelagarto se decantó por ella como candidata a la capital del país comenzó a acariciar la posibilidad de llegar a la presidencia de la República y eso, al igual que a López, se le está convirtiendo en una obsesión y con sus traspiés que han costado vidas, ve como la posibilidad se le escapa como agua entre los dedos.
A Claudia se le ha construido una imagen para buscar bajarle a sus gestos adustos, su carácter acartonado y su franca prepotencia, aquí se lo dije, buscaron a despachos especializados en imagen pública para que conecte con la ciudadanía, pero mientras no tenga resultados en sus acciones de gobierno, no habrá poder humano que la impulse, de hecho, si las elecciones fueran hoy, la oposición con todo y que no tiene candidato tendría grandes posibilidades de ganar la Ciudad de México.
Seguramente en el cuarto de estrategias de Sheinbaum Pardo debe haber preocupación, todo se está alineando para que el otro tabasqueño se convierta de facto en la corcholata favorita de López Obrador, comparativamente Adán Augusto le ha entregado mejores resultados a su patrón, a pesar de que legisladores pagaron una millonaria campaña por todo el país para promocionar a la doctora con su #EsClaudia y que esa promoción estaría fuera de la normatividad, cosa que la legisladora Patricia Armendáriz aceptó en una entrevista que la dejó muy mal parada.
Incluso las redes sociales hacen mofa un día sí y otro también de la jefa de gobierno, y es que la Ciudad de México está completamente de cabeza, no hay para dónde hacerse, con más de cuatro años en la administración ya no se pueden escudar en que fue la herencia que le dejaron los gobiernos anteriores, que por cierto varios hoy maman de la ubre de algo llamado 4T, sino que le pregunten a Marcelo Ebrard que cuando hay problemas en el Metro seguramente se le alteran los nervios.
Pero en el caso de Claudia Sheinbaum es evidente el deterioro que ha sufrido el Metro en su administración, ahí queda el incendio en el Centro de Control en la calle de Delicias el 9 de enero del 2021 y todas las maromas que dio Florencia Serranía, que era únicamente la directora de ese sistema de transporte y que luego la defendieron a capa y espada con la tragedia de la Línea 12 y su colapso que dejó más de 100 heridos y 27 muertos, el equipo de Sheinbaum calculó el daño político que les hacía defender a Serranía y le cortaron la cabeza, pero sin consecuencias legales.
Ahora se ha gestado una nueva tragedia en el Metro, la colisión entre trenes del sábado pasado es algo que se viene anunciando con fallas por todo el sistema, hay que revisar las redes sociales y se encuentran inundadas de videos que evidencian las fallas constantes, cortocircuitos, vagones que viajan con las puertas abiertas, trabajadores en estado de ebriedad, humo en los andenes, retraso en los trenes, desalojos, fallas en las escaleras eléctricas y elevadores, en fin, una larga, larga lista de averías.
Ante la proximidad de la elección presidencial, los estrategas de Claudia decidieron que el mejor trampolín para catapultar a Sheinbaum sería hacer de su máximo error un acierto, así como Fox, y le recomendaron que se abanderara con el Metro como la apertura del tramo subterráneo de aquella línea dorada, la rehabilitación de 12 estaciones de la Línea 1 y las estaciones que unirán con el Tren Interurbano, pero la cereza del pastel es la reapertura de la Línea 12 a la que se comprometió López Obrador, pero un año no le alcanzó.
Así ve desmoronarse su candidatura, que repito ya es una obsesión, no le importa la violencia ni la operación de grupos criminales, prefiere dar cátedra en Morelia de las estrategias exitosas que aplica en la capital y como broma macabra una nueva negligencia. Es muy importante que se legisle sobre el papel de los gobernantes, que la ley los obligue a terminar con el encargo y que se definan bien sus horarios y sanciones cuando estos incumplan con lo que se les ha encomendado.
Si de verdad son superiores morales varios deberían poner su renuncia en la mesa e irse de manera libre a hacer campaña para la presidencia o mejor aún, planear la boda que viene porque en aquello de gobernar les quedó grande la capital.
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Hasta la próxima.
