Yo Campesino
• Gobierno del ganso muestra corrupción, impunidad, ignorancia y tragedia
Miguel A. Rocha Valencia
Aunque sean “otros números”, los de la administración del mesías tropical muestra podredumbre y se caracteriza por corrupción consentida, criminalidad solapada, gran deficiencia por ignorancia, atraso en casi todos los rubros y además de soberbia, una sed de venganza contra quienes sí saben que raya en lo patológico.
Todos los días surgen pruebas de que la corrupción y la impunidad a cambio de fidelidad ciega, son el sello de la 4T, donde el todopoderoso determina quien es inocente o culpable, dependiendo del pecado y quien es el beneficiario.
Lo más reciente, las pruebas que demuestran la entrega de oscura de ocho mil millones de pesos en contratos a Luis Humberto Montaño Bautista quien a cambio se comprometió a conseguir o comprar millares de votos en favor de la corcholata presidencial.
Esta denuncia como las que se han dado en torno al cartel de los López-Beltrán, no son desmentidas jurídicamente ni en las mañaneras, por la contundencia de las pruebas y explican el porqué de la opacidad en la entrega de contratos como es la norma en el gobierno del peje y que ni la misma Auditoría Superior de la Federación puede soslayar.
Así la corrupción en el gasto público que gracias a la pandemia (“anillo al dedo”) permitió al ganso disponer de él indiscriminadamente, se volvió característica no sólo por los contratos directos incluso a empresas fantasma donde los militares le entraron a la danza de la podredumbre, sino por el uso de los recursos públicos sin sustento como los 16 mil millones de Segalmex o el pozo sin fondo de Pemex, la refinería que no refina, el tren Maya y el aeropuerto de Santa Lucía.
Todo está podrido, por eso los sobrecostos, las concesiones, el reparto de millones entre los hijos, hermanos y primos presidenciales; el súper gasto “inexplicable” en la campaña de la corcholata que cínicamente reporta con gran austeridad como si los espectaculares, acarreo masivo, pendones, mantas, rentas, tortas y demás se pagaran solos.
En la Auditoría Superior de la Federación apenas levantaron una “costrita” del 2020 y se observaron más de 75 mil millones de pesos mientras que siguen “vivos” los 160 mil millones de los apoyos, becas y pensiones a muertos, personas duplicadas o inexistentes.
Esa podredumbre llega a todos los rincones de la administración y no se trata sólo de dinero sino también de ineficiencias que cuestan miles de millones de pesos y vidas como en el sector salud que la torpeza del gobierno hizo perder más de 125 mil millones en un proyecto fallido que durante su vigencia, se registró el sobre fallecimiento de 800 mil mexicanos. El Insabi del que nadie quiere explicar dónde se gastó su presupuesto. Opacidad pura.
Lo mismo ocurre con los fondos de las enfermedades catastróficas, lo de los enfermos de cáncer, en dónde quedó el presupuesto no ejercido en medicamentos y vacunas. Todo reservado por ciento años por seguridad nacional.
Nada se salva de esa corrupción que se volvió institucional en el gobierno del profeta cuatrotero. En seguridad, la creación de una Guardia Nacional y el incremento de la presencia militar en las calles y la administración pública, no se reflejó en mayor seguridad para los ciudadanos mexicanos, pero sí favoreció el crecimiento y fortalecimiento de los cárteles del crimen quienes se apoderaron de mayor territorio de influencia, afloraron con toda violencia en Chiapas y Tabasco mientras consolidaron su poder en toda la costa del Pacífico y centro sur del país.
De esa manera, inciden en la imposición de autoridades civiles que les entregan presupuesto e impunidad en tanto la sociedad sufre las consecuencias no sólo por los 182 mil asesinatos sino también por el sometimiento con violencia al grado de obligarlos a pagar derecho de piso, convertirse en halcones de los criminales o sufrir las consecuencias con torturas, desapariciones o despojos.
Y aun así, cantan triunfos inexistentes, festinan la baja en los asesinatos pero no aceptan el incremento de la violencia y de los delitos en general, donde los patrimoniales superan todos los récords además de los ataques a las mujeres, las desapariciones forzadas, los chantajes y amenazas, convertidos hoy, en “empresas diversificadas” del crimen organizado que ya no sólo produce, importa o exporta drogas, armas o personas, sino que en el cobro d diezmos a los agentes productivos, encontró un filón multimillonario.
Nada de eso ve el caudillo de Tepetitán quien niega la violencia y defiende a sus fieles vasallos sin importar su incapacidad para gobernar, administrar la cosa pública o robar como descaradamente lo hacen; ahí está el caso de la zacatecana Rocío Nahle García quien en cinco años logró inscribirse entre los millonarios de este país junto con su familia y compadres, sí, así como lo hizo durante su mandato el tlatoani tabasqueño.
Podredumbre, corrupción, como se llame, gracias a eso, ya se conformó una nueva mafia en el poder, solo que un poco más corrientita, vulgar y limitada en capacidades para gobernar. De eso nos quieren dar más. Veremos